La política y social que atravesó nuestro país en estos últimos días nos está afectando como nación y como ciudadanos. Sin embargo, es momento de involucrarnos con la situación y seguir de cerca cada uno de los acontecimientos que se puedan ir desarrollando, y eso incluye también informar a los hijos que no son ajenos a lo que sucede a su alrededor.

Hechos históricos como estos nunca deben volver a repetirse y solo se logrará si estamos informados de todo. En este tiempo de digitalización, no hay excusas para no estar al tanto del acontecer nacional y sobre todo de enseñar a nuestros hijos sobre estos temas. Por ello, el colegio Jean Le Boulch nos brinda algunos consejos para involucrar a nuestros hijos sobre la realidad peruana.

1. Recopila información

Antes de involucrarlos en la realidad peruana, es importante saber qué están diciendo los medios de comunicación, colectivos, instituciones públicas y privadas sobre el tema. Mientras más fuentes tengamos a la mano, mejor. De este modo, podremos brindar una postura neutral al respecto y que ellos puedan sacar sus propias conclusiones.

2. Transmite calma

El futuro del país es incierto, pero no podemos contagiar esa preocupación en nuestros hijos. No obstante, lo que podemos hacer es alentarlos a que se informen y, en el futuro, tomen mejores decisiones con su voto. Incentivar que no existe edad para involucrarse con la realidad peruana.

3. Pregúntales qué es lo que piensan

Siempre es bueno saber qué opinan después de haber recibido esta información. Así podemos ayudarlos a que comprendan la realidad. También es importante omitir términos que podrían confundirlos, explicarles de forma sencilla qué está sucediendo.

4. Deja que expresen sus emociones

Ayúdalos a que simbolicen sus sentimientos mediante el recurso artístico. Hoy más que nunca los niños y jóvenes deben conocer qué sucede y lo importante que son para un bicentenario libre de corrupción. Asimismo, incentive que hable con sus demás amigos o compañeros sobre la situación.

5. Involucra a su colegio

Todos presentan diversas opiniones, pero eso no quiere decir que esté mal. Para fomentar la sana convivencia, se recomienda que tanto el colegio como las familias desarrollen distintas actividades como reuniones, la filosofía, el arte, proyectos de investigación, debates, entre otros. Todo suma y el mensaje es el mismo.