Una carpa instalada junto a otras en la cuada uno del jirón Restauración, frente al Instituto Nacional de Salud del Niño de Breña, se ha convertido en un refugio para Fidel Cortéz, quien llegó desde Cajamarca hace más de un mes para salvar la vida de su hijo de diez años.

El pequeño fue derivado a dicho nosocomio debido a un tumor que presenta en el cerebro, el cual le hizo perder la visión. En Cajamarca, donde recibió primero atención, lo operaron y, pese a que contaba con Seguro Integral de Salud (SIS), le colocaron una válvula comprada por la familia tras una colecta.

El 24 de noviembre, finalmente, lo trasladaron a Lima. “Yo he estado 15 días con mi hijo que estuvo internado en Emergencia. Allí he dormido en los pasadizos. Después lo han pasado a piso a neurocirugía y, desde entonces, me han dado una carpita”, contó don Fidel.

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Don Fidel llegó solo, pero ahora se encuentra acompañado de sus padres con quienes pasó Año Nuevo en la carpa que tiene como vivienda. Al igual que él, al menos 30 familias que se encuentran instalados frente al hospital debido a que esperan el avance del estado de salud de sus pequeños, quienes han sido derivados de distintas provincias por diferentes males que los aqueja.

“Yo como no tengo conocidos en Lima, primera vez que he venido a Lima, me instalé en la carpa y aquí recibimos ayuda de alimentación”, señaló.

Fidel aguarda con esperanza la recuperación de su hijo para volver junto a él a Cajamarca; sin embargo, hasta ahora, como las otras familias, no tiene fecha de retorno.