Camión sin frenos mata a nueve personas y deja 39 heridos en Ventanilla
Camión sin frenos mata a nueve personas y deja 39 heridos en Ventanilla

Un kilómetro de sangre y muerte dejó a su paso un inmenso camión frigorífico, luego que se le vaciaran los frenos y rodara a gran velocidad arrasando con todo a su paso. Producto del accidente nueve personas fallecieron, entre ellas una niña de un año, y más de 39 resultaron heridos, en Ventanilla. Eran las 11:45 de la mañana cuando el camión de placa D9Q-865 bajaba del poblado Mi Perú por la avenida Néstor Gambetta, en Ventanilla, transportando más de una tonelada de pescado.

De pronto un fuerte crujido alertó de un problema al conductor de la unidad, Clint Castillo Céspedes, quien al intentar detenerse en la empinada pendiente descubrió que los frenos no respondían. El descontrolado vehículo bajó más de un kilómetro por la referida vía sin ningún tipo de control, mientras que el conductor hacía denodados esfuerzos por detener a la mole. Durante su loca carrera, que alcanzó los 120 kilómetros por hora, el camión arrasó con autos y camionetas, una quedó destrozada, y posteriormente varios mototaxis, cuyos 15 tripulantes resultaron gravemente heridos. Pero no fue hasta el cruce entre las avenidas Gambetta y Pedro Beltrán en que el frigorífico detuvo su fatal marcha tras chocar contra un vehículo de serenazgo de placa D8V- 836, arrastrarlo por más 200 metros y colisionar luego contra un poste de alumbrado público y tumbarlo, ante la mirada atónita de los transeúntes.

El copiloto del último vehículo, Gabriel Grimaldo Huallanay Lázaro, quien era policía, falleció instantáneamente mientras que el camión que ocasionó el accidente se partía en dos y dejaba caer a la pista miles de pescados que llevaba como cargamento. El gerente de Seguridad Ciudadana de Ventanilla, Jorge Moreno, confirmó que entre los fallecidos, además del policía, se identificó a Édgar Romaña Navarro, Richard Jacinto Ayala, Gino Luciano DArrigo Blanco, Néstor Silveira Fabián (chofer municipal), Juana Galán Álvarez , su hija de un año de edad, Betty Policarpo Ynocente y Carolina Huayta Torreblanca. 'El vehículo parecía un torpedo que destrozaba todo a su paso. El conductor tocaba la bocina para intentar alertar, pero todo fue en vano', declaró entre lágrimas Lucinda Velásquez, quien se encontraba en dicha calle cuando ocurrió el accidente.

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