Como cada 2 de agosto, cientos de personas de escasos recursos disfrutaron ayer gratis el tradicional puchero preparado en ollas y gigantes y con leña en el Convento de los Descalzos, en el distrito del Rímac, en la tradicional Fiesta de la Porciúncula.
Mientras voluntarios y colaboradores preparaban el emblemático plato con ingredientes donados por la comunidad, en los exteriores se formaba una larga cola de comensales, muchos procedentes del Cercado de Lima, La Victoria, El Agustino y otros distritos.
Algunos llegaron con sus platos, tazones y hasta ollas para llevar a sus casas la “sopa milagrosa” que brinda salud espiritual y física, especialmente los adultos mayores, según expresaron algunos comensales.
La jornada se inició con una misa en el templo del convento, a cargo de los padres franciscanos, quienes también ofrecieron la tradicional bendición de los alimentos.
Esta tradición conmemora la indulgencia que San Francisco de Asís obtuvo del papa Honorio III en 1216 para quienes visitan la pequeña capilla de la Porciúncula, en Asís (Italia)
SANO. El “puchero franciscano” es una sopa elaborada con zapallo, cebolla, zanahoria, papas, choclo, col, fideos y yuca. Además, carne de pollo, res y cerdo.
El Ministerio de Cultura declaró a la Porciúncula como Patrimonio Cultural de la Nación en el año 2019.