La segunda ola de no solo ha traído el aumento incontrolable de contagios en el Perú, sino también la aparición masiva de falsos doctores que, aprovechando el asfixiado sistema de salud, ofrecen tratamientos contra la COVID-19 y aplican fármacos de dudosa procedencia de manera ilegal.

En conversación con OJO, el coronel PNP José Edgar Gutiérrez Mori, jefe de la División de Investigación de Delitos contra el Estado (DIVINDECSE) de la Policía Nacional del Perú, advirtió sobre el accionar de estos sujetos inescrupulosos en diversos puntos de Lima, especialmente en los conos de la capital, bajo la fachada de pseudo clínicas, que lejos de curar pueden ocasionar la muerte de los pacientes.

Además, detalló que se han realizado 320 operativos de salud pública en diversos centros clandestinos de Lima Metropolitana, desde el 16 de enero hasta diciembre del 2020. En total, se incautaron 90 toneladas de medicamentos extraídos del mercado negro, en su mayoría pruebas rápidas y fármacos como azitromicina, paracetamol e ivermectina.

¿Cómo operan?

Según Gutiérrez Mori, estos facinerosos no cuentan con la autorización del Ministerio de Salud, ni la licencia del Colegio Médico del Perú; y en muchos casos se tratan de estudiantes que no han terminado la carrera de Medicina. Pese a ello, ofrecen tratamientos “milagrosos” a pacientes diagnosticados con coronavirus y, en el colmo de la frescura, suministran medicamentos vencidos a personas en delicado estado de salud.

“Utilizan sellos de otros médicos registrados en el CMP, o inclusive usan la colegiatura de profesionales en el extranjero. Generalmente, actúan en la clandestinidad y en complicidad con médicos de hospitales del Estado y de clínicas privadas cercanas a sus consultorios informales”, agregó el coronel PNP.

Principales víctimas

Lamentablemente, los médicos bamba son conocedores de la alta demanda sanitaria y aprovechan la desesperación de la gente para ofrecer sus servicios fraudulentos a bajo costo. “Las personas de bajos recursos económicos se dejan engañar fácilmente cuando ven algo barato, por lo que caen en ofertas supuestamente imperdibles. Las consultas no pasan de los 30 soles y las pruebas rápidas las rematan a 100 soles”, explicó el jefe de la DIVINDECSE.

riesgo para la salud. El coronel Gutiérrez aseguró que estos locales informales se han convertido en un nuevo foco infeccioso del COVID-19, ya que operan con material médico en pésimas condiciones y sin ningún tipo de medida de bioseguridad.

“Durante las intervenciones se verificó que dentro de estos pseudo consultorios hay un total desorden. Los pacientes están en el mismo lugar de los residuos sólidos, a lado de jeringas y agujas llenas de sangre de otras personas enfermas”, recalcó.

Por otro lado, afirmó que ya se tiene identificados a malvivientes que, valiéndose de conexiones con autoridades en centros de salud estatales y privados, están tomando indebidamente el nombre de laboratorios para estafar gente en redes sociales con el cuento de la vacuna. Ante ello, recomendó a la población no creer en todo lo que venden por Internet para no caer en esta nueva modalidad de estafa.

Señales de un galeno falso

  • Evitan dar nombres completos.
  • Sus sellos son borrosos e irregulares.
  • Ofrecen tratamientos sin un examen previo.
  • No cuentan con materiales médicos básicos como guantes, mascarillas y bata.

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