Cuatro mil 460 personas mueren en Teherán por contaminación insoportable
Cuatro mil 460 personas mueren en Teherán por contaminación insoportable

Unas cuatro mil 460 personas murieron el año pasado en Teherán a causa de la contaminación, según el asesor del ministro de Salud de Irán, Hasan Agayani.

En declaraciones difundidas hoy por el periódico local 'Mardom Salari', Agayani explicó que, aunque han sido reemplazados más de un millón de vehículos en las calles, todavía queda otro millón por sustituir.

La densa capa de contaminación que cubrió Teherán esta semana llevó a las autoridades a ordenar el cierre de las escuelas el martes y el miércoles pasado y a suspender el trabajo en dependencias públicas, así como a clausurar el sábado todos los centros educativos, incluidas las universidades.

Desde el pasado martes y por orden de las autoridades de Teherán, sólo se permite la circulación de automóviles tres días a la semana, dependiendo de si matrícula termina en número par o impar.

Además, a causa de la contaminación, la semana pasada fueron cancelados todos los partidos de fútbol de la liga que iban a celebrarse en la ciudad.

Según medios locales, hay equipos médicos y ambulancias destacados en diferentes plazas de Teherán para atender a quienes se vean afectados por los altos niveles de contaminación, en una urbe en la que viven unos 14 millones de personas.

Los médicos han pedido a los ciudadanos que no utilicen vehículos a motor y, en lo posible, no salgan de sus casas, en especial niños, ancianos, mujeres embarazadas y personas con problemas respiratorios o cardiovasculares, y han recomendado un mayor consumo de frutas y verduras.

La semana pasada, la contaminación en Teherán alcanzó niveles superiores a los aceptables y ya entonces las autoridades advirtieron de que era previsible que siguieran aumentando, debido a las condiciones meteorológicas que propician la inversión térmica.

En la inversión térmica, el aire de las capas inferiores de la atmósfera es más frío que en las superiores, lo que suele ocurrir en las mañanas de invierno tras noches despejadas.

Debido a ello, los gases de la combustión de los vehículos y el humo de las industrias no puedan ascender con normalidad y se quedan en la superficie, sin dispersarse.