cuidado con los falsos taxistas

En octubre de 2016, José R.C., un camarógrafo que labora en discotecas, abordó un taxi a la salida de un centro nocturno, en Barranco. Su destino era San Martín de Porres y accedió al servicio debido a la cómoda tarifa. “Cuando estábamos por la avenida Canadá, en La Victoria, el chofer me dijo que debía ir a un grifo, pero se metió por una zona oscura, en Isabel La Católica. Yo como no sabía dónde quedan los grifos no dije nada”, sostuvo la víctima.

El conductor estacionó el vehículo y en cuestión de segundos aparecieron tres delincuentes armados. “Me golpearon y me quitaron mi cámara, mis luces, dinero en efectivo. Incluso hasta realizaron un disparo al aire”, recordó José, quien fue abandonado a su suerte en plena calle.

Precisamente, las principales zonas en donde operan los delincuentes son en los exteriores de discotecas y otros locales de diversión, informó el coronel Walter Palomino Simón, jefe del Equipo Especial de Investigación Criminal de la Dirincri (División de Investigación Criminal), que comandó el 10 de enero de este año la captura de Johnny Ángel Tenorio Yupanqui (37), un presunto falso taxista.

“Pelón” recogía a sus víctimas en las afueras de las discotecas de Lima Norte, según el efectivo. Ellos no se percataban de que la placa que tenía el vehículo era clonada. Durante el trayecto el falso taxista los amenazaba con un arma de fuego.

VÍCTIMAS. Palomino informó que las potenciales víctimas de los falsos taxistas son, por lo general, personas en estado de ebriedad o mujeres que salen a realizar compras. “Los falsos taxistas se estacionan en donde hay eventos, cerca a discotecas y donde se realizan fiestas folclóricas”, dijo.

Los delincuentes que se hacen pasar como taxistas operan desde hace más de diez años en diversas zonas de la capital. Pueden actuar en grupo o solos, según la Policía. “Cuando van en grupo usan dos vehículos. El primer vehículo es un taxi aparentemente formal, pero detrás lo sigue otro vehículo que no es un taxi, con dos o tres delincuentes a bordo. El lugar donde robarán a sus víctimas ya lo tienen planeado”, precisó el comandante Humberto Santillán, de la Dirincri.

En tanto, los falsos taxistas que operan de manera individual trabajan con letreros removibles, según Santillán. Sin embargo, durante el trayecto revelan su verdadera cara, amenazan a los pasajeros y les quitan sus pertenencias. “Ellos casi siempre tienen un arma de fuego o un arma blanca para intimidar a sus víctimas”, precisó.

COLECTIVEROS. La Policía informó que, en el caso de los colectiveros, ellos trabajan de manera informal, por lo que los pasajeros (más de medio millón de personas aborda esos vehículos, según la Asociación Cruzada Vial) están expuestos a que les roben. “En el colectivo ya están una mujer y un hombre que son pseudopasajeros. Pero el carro sigue su trayecto y durante el recorrido recogen a pasajeros reales, que no saben que dentro hay delincuentes. Luego de eso, el chofer se va hacia un lugar descampado y con ayuda de sus cómplices sacan el arma, los amenazan y quitan todas sus cosas”, dijo una fuente policial.

ZONAS PELIGROSAS. Una fuente policial dio cuenta de que como los falsos taxistas operan de una jurisdicción a otra, es imposible hacer un mapa del delito. No obstante, la Carretera Central y las inmediaciones de las discotecas de Lima Norte son las preferidas por estos sujetos.

En el caso de los colectiveros, algunos paraderos detectados son el cruce de las avenidas Óscar R. Benavides con Alfonso Ugarte, con destino al Callao; el cruce de las avenidas 9 de Diciembre y Paseo de la República, con destino a Villa El Salvador; el cruce del óvalo Naranjal con Túpac Amaruc, con dirección a Comas y Carabayllo; la avenida Wilson, con dirección a San Juan de Lurigancho, entre otras.

DENUNCIAS. La Policía informó que en 2015 se recepcionaron 252 denuncias de víctimas de falsos taxistas y colectiveros (67 en Cercado de Lima, Jesús María y San Isidro; 89 en Lima Sur; 79 en Lima Norte y 25 en el resto de la capital.

En 2016 se registraron 300 denuncias (en Lima Sur hubo más víctimas, 97 en total).

En 2016 se registraron 300 denuncias (en Lima Sur hubo más víctimas, 97 en total).