La vida de la mayor PNP ha corrido peligro en muchas oportunidades, mientras cumplía su labor policial, pero nada la ha amilanado.

Su hijo de 18 años es su hincha número 1 y siempre se muestra orgulloso de los logros de su mamá policía, quien ha quitado, varias veces, horas al tiempo para compartir su labor policial con el de ser madre.

La mayor Julca, en medio de la foto, viene dedicando varios años de su vida a su labora policial y de mamá.
La mayor Julca, en medio de la foto, viene dedicando varios años de su vida a su labora policial y de mamá.


En conversación con OJO, la ahora jefa del grupo operativo N°03 DIVIDA de la Policía Fiscal repasó, hoy que se conmemora el Día de la Madre, su arduo trabajo en el cuidado de la ciudadanía.

EXPUESTA AL PELIGRO

Julca inició su carrera en la unidad de la Policía de Tránsito, donde soportaba extenuantes jornadas de 8 horas parada, recibiendo, sin merecerlo, maltratos de los estresados conductores.

En su CV policial, está que también participó en investigaciones y operativos, en conjunto con la Fiscalía, para capturar a terroristas. “Me he mimetizado de gestante o periodista. He recibido la enseñanza de Benedicto Jiménez. Siempre nuestra vida corre peligro, pero nuestra vocación es dar nuestra propia vida”, acotó.

También ha participado en operativos contra la minería ilegal, enfrentándose a sujetos peligrosos, muchas veces enviados por los “grupos de gran poder adquisitivo”, que no quieren que nadie interrumpa su ilegal negocio.


“He cruzado lodo, fango, ríos... Una vez mi vida corrió peligro cuando enfrentamos a los enviados de los dueños de unas maquinarias que estábamos incautando. Cinco sujetos vinieron en moto y éramos pocos. En segundos pensé en un plan: les dije a mis compañeros que se suban uno a cada uno a los montículos del costado. Me pare en el medio y cuando llegaron los sujetos, los enfrente y les dije que si hacían algo, un montón de policías que estaban escondidos iban a salir, y me creyeron”, narró.

La mayor Julca ha liderado operativos enfrentándose a numerosos delincuentes y ha tenido que mantenerse firme, pese a la impotencia que pueda sentir al estar cara a cara con proxenetas, secuestradores y violadores.

“He querido siempre ser mamá de un segundo niño pero lamentablemente por el trabajo y el tiempo no se pudo. Mi hijo está orgulloso, pero a veces se asusta porque teme que pueda pasarme cualquier cosa en mi trabajo”, contó Julca que gracias a su constancia y vocación de servicio hoy sigue luchando contra la delincuencia liderando un grupo en la Policía Fiscal y celebrará hoy su día por partida doble.