Damnificados de Cieneguilla sobreviven gracias a donaciones.
Damnificados de Cieneguilla sobreviven gracias a donaciones.

Para Nancy Luz Paima Vela (30) hay un antes y un después en su vida desde el pasado 14 de marzo, cuando un huaico cayó en la Asociación Los Jardines de y arrasó con todo a su paso, incluida su casa prefabricada con sus pertenencias dentro y su herramienta de trabajo: un mototaxi.

Aunque prefiere no recordar los momentos de terror que vivió ese día, en el que perdió todo, sí siente alivio de que tanto ella como su hijo de 5 años lograran escapar de esa amenazante masa de lodo que dejó en escombros el terreno que habitó los últimos cinco años.

A ese lugar, donde se instaló gracias al apoyo de un familiar y sin saber que se trataba de una zona de riesgo, no puede volver, por lo que ahora permanece en una de las 60 carpas habilitadas por la Municipalidad de Cieneguilla, en su Plaza de Armas, para albergar a 360 personas damnificadas, entre niños, adultos y ancianos.

“Ahorita estamos acá porque no tenemos un lugar donde ir (...) Aquí (en la carpa) me paso todo el día aguantando este calor que usted puede sentir”, nos dice sentada en la delgada colchoneta que comparte con su pequeño en el reducido espacio, oscuro por la falta de luz, y en el que se siente un bochorno abrumador.

Nancy Paima escapó del huaico con su hijo de 5 años y debe soportar el inclemente calor que se siente bajo una carpa.
Nancy Paima escapó del huaico con su hijo de 5 años y debe soportar el inclemente calor que se siente bajo una carpa.

Nancy no ha podido volver a trabajar debido a que su mototaxi quedó inservible y, por ahora, su alimentación y la de su hijo -quien tampoco ha podido retomar su educación inicial- dependen solo de las donaciones, que en cualquier momento podrían acabarse.

Futuro incierto

Además de tristeza por perderlo todo en unos minutos, la incertidumbre es el sentimiento que comparten las familias damnificadas de los huaicos que se reportaron en Cieneguilla. Ruth Borda Cahuasia (26), quien para protegerse durante el huaico corrió hacia un cerro junto a sus dos hijos de 8 y 9 años, y otras 15 personas que vivían en su mismo inmueble, no sabe si alguna reubicación se efectuará o si recibirán el bono prometido por el Gobierno para los afectados.

“Nos han dicho que podemos quedarnos el tiempo que necesitemos acá, pero el calor es inmenso. Mis hijos paran con fiebre y enfermos. Yo quisiera que me den el bono para alquilar un cuarto donde estar con mis hijos”, comenta mientras acomodaba las donaciones en la carpa que le asignaron.

Ruth Borda Cahuasia no sabe si alguna reubicación se efectuará o si recibirán el bono prometido por el Gobierno para los afectados.
Ruth Borda Cahuasia no sabe si alguna reubicación se efectuará o si recibirán el bono prometido por el Gobierno para los afectados.

Las enfermedades respiratorias son las que más están atacando a esta población vulnerable, de acuerdo a los casos atendidos en los módulos de atención médica, pero también han visto golpeada su salud mental. Es el caso de Jesyca Roque (45), quien además de su vivienda, perdió todos los productos que había comprado para la librería que iba a abrir.

Hasta ahora presenta dificultades para dormir y, a veces, describe, las imágenes de ella escapando del lodo, desesperada y junto a otras cuatro personas vuelven a su memoria.

También la salud de los adultos mayores empeora en las carpas. Eso lo saben Zaragoza Romaní (60) y María Isabel Piaca (71), cuyos males mentales y físicos se han recrudecido durante estas semanas.

Mientras los damnificados viven un calvario tras otro, en sus terrenos, donde OJO hizo un recorrido, aún el panorama es desolador.

Mientras los damnificados viven un calvario tras otro, en sus terrenos, donde OJO hizo un recorrido, aún el panorama es desolador.
Mientras los damnificados viven un calvario tras otro, en sus terrenos, donde OJO hizo un recorrido, aún el panorama es desolador.

Cifras

3 albergues se han instalado en Cieneguilla: en la Plaza de Armas, Policlínico Municipal y Parroquia.

10 años es el tiempo máximo que los damnificados entrevistados han vivido en la zona.

OJO AL DATO. Varios de los daminificados, como Junior Espinoza Jorge, denunciaron que compraron terrenos en la zona a la empresa Corporación Cable Laser SAC (Coclasac) a más de 10 mil dólares y nunca les advirtió que se trataba de una zona de riesgo.

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