Aurora Caruajulca

La delincuencia no da tregua a los transportistas, por lo que nuevamente, por quinta vez, se van a paro.

Los gremios de transportistas han anunciado una paralización total para el jueves 6 de febrero en Lima y Callao. La medida responde al incremento de la delincuencia y las extorsiones que afectan al sector.

Martín Valeriano, presidente de la Asociación Nacional de Integración de Transportistas (Anitra), denunció que más del 50 % de empresas de transporte se ven obligadas a pagar cupos a bandas criminales para poder operar con seguridad.

El dirigente señaló que, a pesar de las advertencias y las medidas de protestas anteriores, el Gobierno no ha implementado acciones concretas para frenar la ola de criminalidad.

“La única demanda es la defensa de la vida, que ya no nos sigan matando; así como la derogatoria de las leyes procrímenes”, señaló.

Valeriano exigió la renuncia del ministro del Interior, Juan José Santiváñez, argumentando que no ha cumplido con los compromisos asumidos para mejorar la seguridad de los transportistas.

Se estima que alrededor de 20 mil vehículos de transporte urbano, taxis y mototaxis se sumarán al paro. Además, comerciantes y otros sectores afectados también han manifestado su apoyo a la protesta.

CONVOCATORIA

El gremio advirtió que, si no se atienden sus demandas, se convocará a un paro de alcance nacional en los próximos días.

Entre sus principales exigencias se encuentran la reestructuración de la Policía Nacional, la remoción del presidente del Consejo de Ministros y la implementación de estrategias efectivas contra la criminalidad.

De acuerdo a las denuncias del Sistema de la Policía Nacional, a la que OJO accedió, en lo que va del 2025 se han registrado 20 ataques a cústeres y combis, así como tres conductores han sido asesinados en Lima.

El año pasado, 41 transportistas perdieron la vida a manos de la delincuencia, y los ataques a transportistas sumaron, en ese año, 345.

Los transportistas también han solicitado la instalación de puestos de control en puntos críticos de la ciudad, así como un plan de patrullaje permanente en las rutas más afectadas.