Callao: 600 damnificados por incendio en asentamiento humano | FOTOS

Reducido a cenizas, en medio de los escombros y personas inhalando humo tóxico en busca de algo que rescatar, así era ayer el triste panorama que dejó un incendio en el A.H. San Juan Bosco, en el Callao. Al menos 120 viviendas se consumieron, dejando en la calle a unas 600 personas, entre ellas niños y ancianos, que lo perdieron todo.

Las lenguas de fuego arrasaron con las modestas casas construidas en su mayoría con madera, triplay, cartón y plásticos en cuestión de minutos. La complicidad de la madrugada hizo que los habitantes de este lugar apenas tomaran a los más vulnerables de su familia, niños, ancianos y mascotas, para salir huyendo en medio del desconcierto.

Ya en las avenidas contiguas Yurimaguas, Villa Rica y Nauta, los vecinos empezaban a desplazarse con baldes y tinas de agua a fin de combatir las llamas que amenazaban sus viviendas. Ellos debían sortear el laberinto de cables, producto de instalaciones clandestinas.

Más de seis unidades de bomberos, el Escuadrón de Emergencias de la PNP, ambulancias del SAMU y camiones cisterna llegaron hasta la zona, donde luego de más de cinco horas se logró apagar completamente el incendio.

HIDRANTES INSERVIBLES

El único hidrante que estaba en el cruce de Yurimaguas con Villa Rica, en plena zona de la emergencia, no funcionaba. La desesperación de los bomberos por la falta de agua los hizo llegar una cuadra más abajo, donde un hidrante que veían como esperanza se reventó al momento que lo manipularon. “Las calles estrechas, el cableado, la falta de agua, fue terrible. Hemos trabajado con las bombas de agua que llegaron de la Base Naval. Nada funcionaba”, dijo uno de los bomberos.

VÍCTIMAS

Una historia aparte es la que vive Julio Morales Obrillas, un anciano de 84 años que perdió hasta las fotos que atesoraba en uno de los rincones de su modesta sala: las de su matrimonio, las de cuando trabajó en la ex Compañía Peruana de Vapores y las del nacimiento de sus hijos. “Lo hemos perdido todo, mi esposa y yo llegamos a este lugar hace 35 años. Acá criamos a nuestros hijos, y ahora no sabemos a dónde ir”, señaló.

En medio de esta dramática situación, y como si el dolor de haberlo perdido todo no fuera suficiente, llegaron personajes extraños a esta zona del picante barrio de Corongo, quienes enterados del empadronamiento de los damnificados por parte del Gobierno Regional del Callao, Defensa Civil y demás autoridades intentaron aprovecharse. “Nos van a dar carpas, frazadas, alimentos y más cosas. Hay gente que no es del barrio y quieren llevarse eso. Son unos desgraciados”, dijo Charo Villanueva, una de las fundadoras del A.H.

PARQUE

“Sabemos que este terreno fue área verde años atrás y que se trata de una invasión. Vamos a remover los escombros, pero no se considera un lugar que pueda ser habitable”, señaló Julio Kosaka, viceministro de Construcción y Saneamiento.

Todos los afectados fueron llevados al Parque Para la Familia, a una cuadra del siniestro.

En horas de la tarde, peritos de Criminalística y detectives del Departamento de Asuntos Sociales y Delitos contra el Estado llegaron a la zona para investigar.

OJO ALGO MÁS:

• Hace 36 años, este terreno de 1500 metros cuadrados era una completa zona de área verde. Un parque adonde los vecinos de la zona de Corongo y aledaños llegaban junto a sus hijos para divertirse, dijeron varios vecinos.
• Según datos de los habitantes de la zona, las personas que llegaron a poblar este lugar lo hicieron en forma inesperada. “Uno a uno llegaron hasta que un grupo se atrincheró y desapareció el parque”, dijo un vecino.
• 50 bomberos en promedio trabajaron cerca de 9 horas en la zona de incendio hasta apagar todo amago de fuego.