Los menores reciben atención constante y el acompañamiento familiar es de mucha ayuda en su recuperación.
Los menores reciben atención constante y el acompañamiento familiar es de mucha ayuda en su recuperación.

Dos menores de 8 años, una niña y un niño, que sufrieron graves quemaduras de segundo y tercer grado en el 25% del cuerpo -en el rostro, tórax, espalda y miembros inferiores- en terribles accidentes, ocurridos en sus natal Piura y Satipo, respectivamente, se recuperan en el Instituto Nacional de Salud del Niño (INSN). Ambos recibieron atención oportuna y especializada en el Servicio de Cirugía Plástica y Quemados y pronto les colocarán injerto de su propia piel.

Una de las historias corresponde a la paciente Danna, quien sufrió quemaduras de tercer grado en los pies y las rodillas tras la explosión de un tanque de gasolina luego del violento choque entre una mototaxi en la que ella viajaba con su padre y sus dos hermanas contra una moto en Piura. Lamentablemente, César Rumiche, el padre de la niña murió. La pequeña se quedó huérfana ya que había perdido a su madre a causa del COVID-19 en 2021.

Fernando Salazar siempre al pendiente de su pequeño Matías.
Fernando Salazar siempre al pendiente de su pequeño Matías.

La menor fue transferida al centro pediátrico de referencia nacional y llegó acompañada de su abuela Erodita Quezada, quien no se separa de su nieta y está muy agradecida con los especialistas por la recuperación de su niña.

La otra historia es de Matías, quien sufrió quemaduras de segundo y tercer grado en el rostro, tórax, espalda y genitales causado por su madre Leyla Ríos (26), quien le arrojó agua hirviendo como castigo por haber orinado en la cama, ocurrido en Satipo. El menor estuvo 10 días en su vivienda sin recibir atención médica. Fue su padre, Fernando Salazar, quien descubrió el hecho y lo condujo al hospital Manuel Higa Arakaki de dicha ciudad donde le diagnosticaron cuadro séptico por quemaduras.

Debido a que dicho nosocomio no contaba con el Servicio de Quemados y la vida del menor estaba en peligro, fue transferido al INSN. La llegada del niño se realizó gracias a un vuelo de emergencia con apoyo de la Fuerza Aérea del Perú.

Erodita Quezada junto a su nieta Danna, quien ahora es madre y padre de la menor.
Erodita Quezada junto a su nieta Danna, quien ahora es madre y padre de la menor.

El Dr. Rubén Huamaní Pacse, jefe del Servicio de Cirugía Plástica y Quemados del INSN, destacó la importancia de la atención oportuna que brinda el personal. Señaló que los pacientes son transferidos de todo el país para recibir tratamiento especializado.

“Los pacientes pasaron etapa de curación bajo anestesia. Se están preparando para su ingreso a sala de operaciones y realizar limpieza de las zonas dañadas para posteriormente colocar injerto de su propia piel”, precisó el Dr. Huamaní.