Momentos emotivos se registraron cuando los pequeños empezaron a descubrir el mundo de los sonidos.
Momentos emotivos se registraron cuando los pequeños empezaron a descubrir el mundo de los sonidos.

Dos niñas y un niño -que vivieron en un mundo de silencio durante tres y casi cinco- volvieron a nacer al escuchar por primera vez la voz de sus madres, padres, y los ruidos de su entorno, gracias a las cirugías de implantes cocleares a las que fueron sometidos durante una campaña emprendida por el Instituto Nacional de Salud del Niño (INSN).

Estos tres menores forman parte de los 30 pacientes con problema auditivos que serán beneficiados con el despliegue, y que es cubierto en su totalidad por el Seguro Integral de Salud (SIS), informó el director general del INSN, Dr. Carlos Urbano Durand.

MI HIJA VOLVIÓ A NACER

Ha sido una larga espera entre consultas, exámenes, terapias y descartes, pero es parte del proceso. Mi hija volvió a nacer. Lloró al escuchar mi voz. Creo que se asustó, me abrazó. Yo estoy feliz porque ya escucha y podrá hablar. Voy a poder comunicarme con ella. Estoy muy agradecida con todos los especialistas del Instituto Nacional de Salud del Niño”, manifestó Cindy Loayza, madre de la pequeña Valentina, de 3 años y 8 meses, procedentes de la región Ayacucho.

La progenitora contó que se dio cuenta que su niña no escuchaba a los seis meses de nacida porque no hacía caso cuando la llamaban por su nombre o le hablaban, o le ponían música con alto volumen y tampoco emitía ningún sonido y tiempo después le diagnosticaron hipoaucusia profunda bilateral.

Los otros casos corresponden a Ian, de 3 años y 10 meses, procedente de la región Ucayali. El pequeño cumplió dos años y no hablaba como otros niños y sus padres pensaron que era por engreimiento. Pero también se dieron cuenta que no hacía caso a su nombre lo que les causó preocupación. A través de una referencia llegaron hasta el INSN y los especialistas diagnosticaron sordera profunda, contó la madre del pequeño, Pilar Salas.

Lo mismo sucedió con la pequeña Giordana, de 4 años y 2 meses. La madre, María Hoyos, empezó a sospechar que no escuchaba bien porque no hacía caso cuando la llamaban por su nombre. A los 2 años la llevó a terapia de lenguaje y no avanzaba, solo balbuceaba y aprendió a leer los labios. Finalmente llegó al INSN y los médicos confirmaron la sospecha de la progenitora.

Los tres menores son los primeros beneficiados de esta importante campaña que inició el Instituto Nacional de Salud del Niño (INSN) que iniciarán las respectivas terapias de lenguaje para que aprendan a hablar.

MOMENTOS DE FELICIDAD

Estos momentos de felicidad entre padres e hijos se vivieron en el INSN cuando a los menores les conectaron el procesador de sonido de implante coclear externo y empezaron a oír los primeros sonidos. El proceso que se realizó en una ceremonia presidida por el viceministro de Prestaciones y Aseguramiento del Ministerio de Salud, Dr. Herbert Ulises Cuba García, quien estuvo acompañado del director la máxima autoridad del INSN, Dr. Carlos Urbano.

La Gestión está preocupada junto al SIS a proporcionar todos los recursos para que los implantes sean una tarea continua en nuestro instituto. Saludo esa voluntad del señor viceministro de Prestaciones y Aseguramiento del Ministerio de Salud y esperamos que nosotros juntos con los profesionales que nos acompañan, que son los miembros del Comité de Implante Coclear, podamos seguir brindando este servicio a todos los niños y adolescentes del país que lo necesitan”, sostuvo el Dr. Urbano.

El implante coclear es un dispositivo electrónico pequeño que se coloca internamente en el paciente mediante una cirugía tras realizar una pequeña perforación en la superficie del cráneo, en la parte posterior de la oreja, alrededor de las partes dañadas del oído y estimulan directamente el nervio auditivo. Luego, 30 días después, una vez que la herida cicatrizó, se conecta el dispositivo transductor o externo (llamado también audífono) desde donde salen electrodos que transmite las señales hacía el oído interno, explicó el médico otorrinolaringólogo José Araníbar.

La cirugía, que dura aproximadamente dos horas, requiere una precisión milimétrica para insertar el implante que transformará las señales sonoras en impulsos eléctricos que el cerebro puede interpretar”, explicó el especialista.