Javier Valencia, un joven fotógrafo peruano de 23 años, oriundo de Arequipa, ha recorrido un camino lleno de giros inesperados gracias a su pasión por la fotografía, un arte que descubrió de manera autodidacta. Aunque comenzó sus estudios en idiomas con la intención de ser profesor de inglés, pronto se dio cuenta de que esa no era su vocación. Exploró áreas como la contabilidad y la gastronomía, mudándose a Arequipa para jugar voleibol y estudiar cocina. Sin embargo, fue durante la pandemia cuando su vida dio un giro crucial.

Trabajando en la pastelería familiar, Javier empezó a fotografiar los productos con su celular para mejorar su presentación. Con los ahorros de su trabajo, en 2020 compró su primera cámara profesional, lo que lo llevó a trabajar como asistente en eventos pequeños en Arequipa. A pesar de no tener formación académica en fotografía, su dedicación y talento le permitieron destacar rápidamente.

En 2022, un problema de salud lo hizo replantearse su vida, mudándose a Lima sin un plan fijo, pero decidido a abrirse paso como fotógrafo profesional. Con una nueva cámara y gran determinación, comenzó a colaborar con Marina Mora, ganando experiencia en certámenes de belleza y eventos. Simultáneamente, desarrolló su marca personal a través de Instagram, trabajando con modelos como Yely Rivera, Miss Perú 2021.

Actualmente, Javier vive en Lima como fotógrafo independiente, centrando su trabajo en contenido visual para marcas de moda infantil y colaborando con Marina Mora. También enseña clases de fotopose y trabaja con Lucía Arellano, Miss World Perú 2023.

Uno de los hitos más importantes en su carrera fue ser seleccionado para cubrir Miss Universo 2024, gracias a un concurso organizado por los creadores del certamen. Su talento lo llevó a formar parte del equipo oficial de fotografía. La invitación llegó con poco tiempo de antelación, obligándolo a gestionar su visa y otros trámites rápidamente. A pesar de complicaciones en migraciones, logró viajar a México y vivió 20 días de experiencias únicas, trabajando con delegadas de varios países y conociendo a figuras importantes del certamen.

Uno de los momentos más emotivos para Javier fue conocer a Sheynnis Palacios, Miss Universo de Nicaragua, a quien admiraba desde niño. Además, destacó el profesionalismo y calidez de la organización de Miss Universo, a la que describió como una “familia”.

El día de la final fue especialmente significativo, ya que tuvo la responsabilidad de capturar contenido durante los ensayos y la transmisión del evento. Aunque fue agotador, la adrenalina y la magnitud del momento hicieron que se sintiera realizado.

Javier ve esta experiencia como un gran paso en su crecimiento personal y profesional. Aunque ha logrado mucho, sabe que aún tiene metas por alcanzar. Entre sus proyectos futuros está abrir su propio estudio fotográfico, crecer en redes sociales y seguir viajando para cumplir sus sueños. También espera fotografiar a figuras como Maju Mantilla, Eva Ayllón, Gianella Neyra y Danna Paola.

Con la mirada puesta en el futuro, Javier Valencia se perfila como uno de los fotógrafos peruanos más prometedores. Su historia es un testimonio de que la pasión y la perseverancia pueden abrir puertas inesperadas. Miss Universo fue solo el comienzo de una carrera llena de logros por venir.

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