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Jugar una pichanga o un partido de fulbito tiene múltiples beneficios para la salud mental y física, asegura el médico psiquiatra Carlos Bromley.
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“El pichanguear, hacer deporte, es beneficioso para la salud física y mental. Para la salud física porque permite un mejor metabolismo, la eliminación de las toxinas, la oxigenación del cuerpo y a nivel de salud mental porque la persona se distrae y entretiene”, explicó Bromley a OJO.
“El tiempo que yo o mi pareja usamos por separado para estar con familiares o amistades debe ser respetado. Si la pareja prohíbe las pichangas al varón la relación se puede deteriorar y romper”, agregó.
Qué dicen los afectados
Son muchos los varones afectados por el ampay de Aldo Miyashiro con su exreportera Fiorella Retiz. En estos días algunos fueron recogidos por sus esposas de la canchas como si fueran niños y a otros no los dejaron asistir.
Ese fue el caso de algunos de los jugadores del equipo “Los chillis” del emporio comercial de Gamarra. “Hemos tenido un poco de dificultad por el ampay de Aldo Miyashiro. Nos ha afectado un poco. A la mayoría de nuestros compañeros fueron a recogerlos a la cancha sus parejas y otros compañeros no llegaron a jugar por la desconfianza”, contó Héctor Paredes, integrante del equipo, a OJO .
Cuál es el compromiso
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La desesperación de muchos de los perjudicados ha hecho que elaboren declaraciones juradas para que sus esposas crean que verdaderamente salen a jugar fulbito.
“Yo ... declaro y doy fe que las pichangas a partir de las 10:00 p. m. existen y que son la mejor hora para darle a la pelotita. La conducta de un pichanguero no debe perjudicar el espíritu futbolero de la banda. Por último, rechazo todo acto que atente el espíritu de las pichangas”, se lee en uno de los documentos que se viralizó en Twitter con el hashtag #LaPichangaNoSeMancha”.
