Como se anunció en diciembre de 2020, la empresa Pluspetrol Norte (PPN) se vio obligada a iniciar su proceso de liquidación ante la ilegal insistencia de la OEFA de exigirle asumir pasivos ambientales dejados por las empresas que operaron en la misma zona con anterioridad a la llegada de PPN. Esto, pese a que la ley peruana establece claramente el principio “el contaminador es el pagador” y a que un arbitraje internacional, que tiene calidad de cosa juzgada, dio la razón por unanimidad a PPN, confirmando que la empresa no había asumido por contrato pasivos anteriores a su gestión.
Hasta el anuncio de su liquidación, PPN en Liquidación respondió por todos los pasivos causados durante su tiempo de operación (incluyendo los causados por actos vandálicos) y pagó todas las multas exigibles que se le han impuesto (USD 40 millones, incluyendo las que correspondían al intento de obligarle a cargar con pasivos ajenos).
“Llegó el punto en que se tuvo que optar entre seguir pagando continuamente las multas hasta que se anulase totalmente el valor de la inversión, o liquidarse”, señala el abogado de PPN en Liquidación, Aurelio Loret de Mola.
PPN recuerda que, cuando entró en el proceso de liquidación en diciembre de 2020, dejó USD 63 millones en caja y USD 15 millones en barriles de crudo (luego de no haber distribuido dividendos desde el 2013 y de que sus accionistas hayan realizado un aporte de capital en 2017 por USD 40 millones) para garantizar el cumplimiento de todas sus obligaciones con trabajadores, proveedores y comunidades. Asimismo, desde el año 2013, PPN aportó USD 32 millones a las comunidades nativas a través de convenios, acciones cívicas y labores comunitarias y pagó más de S/ 14 millones por derechos de servidumbre en favor de las mencionadas comunidades. Sin embargo, casi dos años después de su anuncio de liquidación, esos recursos se están terminando, lo que pone en riesgo el Lote 8.
Cabe recordar que PPN en Liquidación no extrae petróleo desde abril de 2020 y que en el oleoducto se encuentran detenidos 34 700 barriles desde la toma del Lote 8 (junio 2021), además de los 164 500 barriles que se mantienen en los tanques listos para su comercialización. Como lo ha venido repitiendo la empresa sucesivamente, este petróleo en los ductos es una bomba de tiempo que podría producir un desastre ecológico de grandes dimensiones en cualquier momento.
En lo que va del año se han reportado tres actos vandálicos que han afectado aproximadamente 20 000 m2. PPN en Liquidación ha venido atendiendo los derrames aunque no son de su responsabilidad, procurando contener y minimizar su impacto ambiental.
PPN en Liquidación expresa su preocupación por la situación de vulnerabilidad en la que quedarán las comunidades al no haber operador en el Lote 8. También es alarmante el riesgo medioambiental que corre la zona al encontrarse detenidos miles de barriles de petróleo en el oleoducto. Finamente, se ha dado un preocupante precedente a la estabilidad jurídica del Estado al no respetarse las leyes nacionales ni los laudos internacionales, lo cual está ahuyentando las inversiones para la actividad petrolera.