Aunque los adultos mayores fueron las principales víctimas mortales del COVID-19, el virus también alcanzó y afectó a los niños y adolescentes del país. Según el Centro Nacional de Epidemiología, Prevención y Control de Enfermedades (CDC), del Ministerio de Salud (Minsa), desde el inicio de la pandemia a la fecha, un total de 1010 menores murieron a causa de la enfermedad.
Esta cifra surge tras la actualización de los criterios para determinar decesos por COVID-19 en el país, que realizó un grupo de expertos en conjunto con el Gobierno. Además, evidencia un incremento considerable en comparación con los números reportados antes.
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Según el sector, durante la primera ola, 560 menores de 0 a 17 años fallecieron por el letal virus, mientras que en esta segunda ola, que está en descenso, ya van 450. En ambos casos fueron los más pequeños (de 0 a 11 años) quienes sufrieron una mayor tasa de ataque. El porcentaje de letalidad, en comparación con esta población infantil, fue de 1,7 y 1,4, respectivamente, cifras superiores a las de adolescentes y jóvenes.
Después de los adultos mayores, la población más vulnerable al COVID-19 fueron los adultos de 30 a 59 años, según el Minsa. La mayoría de víctimas tenía entre 0 a 11 años de edad.