Las Naciones Unidas (ONU) reconoció a nivel internacional las estrategias adoptadas en el Perú para enfrentar el desastre ambiental que ocurrió en la costa de Ventanilla, en el Callao, el 15 de enero del 2022. Este incidente, en el que se derramaron 12 mil barriles de petróleo al mar, causó graves consecuencias en la biodiversidad del mar peruano. Se le considera el mayor desastre ambiental registrado en el país.
En el marco de la emergencia, la Sociedad Peruana de Derecho Ambiental (SPDA) implementó una serie de estrategias para visibilizar el impacto del desastre, con el fin de generar conciencia en la ciudadana, exigir que la empresa Repsol, acusada de generar este enorme daño, entregue una reparación a los afectados, y promover políticas públicas adecuadas para remediar la situación.
Por esta labor y esfuerzo, las Naciones Unidas seleccionó a dicha organización como finalista en los Premios de Acción por los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) en la categoría “Impactos”, entre más de 5 mil postulaciones de 190 países.
El organismo mundial destacó que dicha institución “desempeñó un papel central en el establecimiento de marcos legales, lo que resultó en la aprobación de una nueva Ley de Declaración de Emergencia Ambiental. Su trabajo llegó a más de 300 mil personas, empoderando a las comunidades afectadas y fortaleciendo las alianzas nacionales”.
HISTORIA DE UN DERRAME
Cabe señalar que el trabajo de la SPDA sobre el derrame de petróleo ocurrido en el mar peruano incluye documentación audiovisual, reportajes periodísticos, análisis legales, incidencia en las políticas públicas, etc.
Se ha registrado el número de personas afectadas, la cantidad de animales que fallecieron tras el derrame, los procesos administrativos y penales que tiene Repsol, los planes de rehabilitación aprobados hasta la fecha, y la cronología de cómo ocurrieron los hechos, desde el sábado 15 de enero del 2022.
Isabel Calle, directora ejecutiva de la SPDA, señaló que el organismo respondió con una estrategia de varios niveles que combina el análisis, la documentación audiovisual y la defensa de la justicia ambiental. “Este es el trabajo orgánico de nuestra organización que este año cumple 38 años, trabajando por el Perú que todos nos merecemos”, explicó.