Rosario Ponce, una de las principales sospechosas de la desaparición de Ciro Castillo, contó que él se drogaba y que estaba resentido con su padre porque consumía alcohol y golpeaba a su madre.
La expareja de Ciro señaló que al joven no le gustaba hablar mucho de su familia porque su relación con su padre no era buena.
Asimismo, indicó a Reporte Semanal que ella nunca conoció al doctor Castillo y que una vez el universitario le comentó que se agarraba a golpes con él.