La historia de Jessica Maza y su esposo Alexandre Marotte puede resumirse en la conocida frase de Julio Cortázar “andábamos sin buscarnos, pero sabiendo que andábamos para encontrarnos”.
La comunicadora audiovisual ingresó a un aplicativo virtual para aprender francés, y así seguir creciendo profesionalmente, sin pensar que tres años después terminaría casada con un canadiense.
“Nuestra conversación se inició con la receta de la papa a la huancaína. Su mamá hizo un intercambio en un colegio de Bolivia y su mamá le contó a él que en Bolivia hay una papa a la huancaína y yo dije ‘noo... están locos, se están copiando de nuestra receta, la verdadera papa a la huancaína es de Perú. ¿Entonces cómo es la receta?, me preguntó y yo le di la receta y allí hubo esa conexión que no tenía con otras personas y comenzamos a hablar de pura comida, de pollo a la brasa, arroz con pollo. El interés comenzó por la comida peruana”, contó Jessica a OJO.
NACIÓ EL AMOR ENTRE CONVERSACIONES
La pareja se conoció a mediados del 2020 y mientras compartían recetas de comida peruana, iban conociéndose e intercambiando charlas que desencadenaron que en el 2021, él le propusiera ser su enamorada.
Aunque en un inicio, Jessica utilizaba el Google Traductor para comunicarse con Alexandre, fue él quien para tener un mejor diálogo con ella decidió estudiar español. Y tanto fue su entusiasmo que lo aprendió solo en 6 meses.
Cuando ya tenía todo listo para venir al Perú en el 2021, las protestas políticas lo impidieron.
“Luego ocurrió lo de la pérdida de mi mamá y vino para acompañarme. Volvió en 2022 y pudimos pasear y también nos conocimos más. Fue allí que valoré qué es una relación, el compartir cosas bonitas, también me apoyó en un momento y situación difícil como lo de mi mamá, fue lo que valoré más. Era mi aliado, mi confidente, mi mejor amigo, le contaba todo... Fuimos a Arequipa y Cusco. Se quedó como dos meses y luego regresó en julio 2022. Finalmente, vino a fines de 2022 donde pasó aquí su Navidad y su cumpleaños...”, narró.
“UN AMOR DE COMPRENSIÓN, SANO Y BUENO”
Jessica fue sorprendida con una propuesta de matrimonio.
“Dijo que me iba a dar una sorpresa y pensé que era que se iba a quedar, preparó algo bonito en mi casa, y me sorprendió con una cena romántica. Es súper romántico, detallista. Es un amor de comprensión, sano, bueno y que me da tranquilidad (...) Es una persona sensible, que me trata súper bien. Fue como un cuento toda nuestra historia. Hace tres años no imaginaba que iba a conocer a alguien y que me iba a casar con alguien de tan lejos”, mencionó.
Ellos se casaron recientemente civil en Lima y ahora están planeando realizar el religioso en Canadá.
La pareja reconoce que aunque la distancia y el idioma en un inicio hicieron difícil la comunicación, supieron sortearlo de la mejor manera.
“Nosotros nos hemos querido y hemos hablado el lenguaje del amor, por palabras no podíamos hablar... El idioma y la distancia fue una barrera. Hubo momentos donde extrañabas mucho y sabíamos que no podíamos vernos”
CONOCIÓ LA MOTOTAXI
Alexandre se ha acomodado rápidamente a la cultura peruana. Ha aprendido nuevos pasos de baile gracias a las amistades de Jessica y también ha viajado en mototaxi.
“Pensamos hacer TikToks, pero aún no me atrevo, me han dicho varios que lo haga, me gusta hacer la historia de los otros pero es difícil hacer de uno mismo... Quizá más adelante”.
“Cuando vino a Perú la primera vez vino a Miraflores y luego yo lo lleve a San Juan de Lurigancho... Y el llegó y le empezó a dar mucho calor y le dio como bochorno (...) Le dio soroche de Lima en lugar de la sierra, no había taxis para llevarlo al hospital, había una moto y lo metí a la mototaxi y así fue como conoció la mototaxi, el nunca había conocido una en su vida y es un recuerdo que no olvida”, contó con entusiasmo.
UN CAMINO JUNTOS
A ambos les gusta la naturaleza, caminar, conversar, ver películas, meditar, escuchar música tranquilizante, a lo que llaman como una suerte de visualización de lo que desean.
“Él saca lo mejor de mí y ahora lo que buscamos es vivir juntos sin tener que estar separados por mucho tiempo. Nuestra meta como pareja es permanecer juntos y no separarnos. Lo más seguro es que sea en Canadá”, concluye.
Agregó que uno de sus pasatiempos favoritos como pareja es cocinar ramen y prepararse cócteles.
Jessica confiesa que al inicio, tanto su familia como algunas amigas, consideraban que una “relación a distancia no iba a funcionar” o lanzaban las típicas frases “felices los 4″.
“Pero yo confié mucho en la conexión que tenía con Alexandre desde que nos conocimos. Creo que cuando hay amor, mucha confianza en el otro y cuando esa persona te ofrece seguridad, una relación a distancia sí funciona. Me alegra que la mía así haya sido, pero tampoco quiero idealizar todas las relaciones a distancia. Porque para este tipo de relación requiere de mucha mucha paciencia y no todos la tienen”, señaló Jessica.