En el marco de la Semana Santa, la playa Cerro Azul, situada al sur de Lima, se transforma en un escenario de fe y tradición gracias a la imponente escultura del Cristo crucificado, tallada con 25 toneladas de arena por talentosos artistas locales.
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Esta majestuosa figura, de 3 metros de altura, 15 de ancho y 10 de profundidad, ha sido erigida en un laborioso proceso de cuatro días y se encuentra protegida por un enrejado metálico para que tanto veraneantes como devotos puedan contemplarla de forma gratuita.
Jarlen Ormeño, uno de los escultores responsables del Cristo de arena, señala que esta tradición se ha mantenido viva durante más de dos décadas, reflejando el esfuerzo y la dedicación de un equipo de talentosos creadores.
“Creamos un espacio de fe y reflexión para las personas que visitan Cerro Azul. Es algo único en el Perú y todos deberían conocerlo”, mencionó Ormeño a Canal N.
Además del Cristo, otras representaciones icónicas de la Semana Santa también han sido moldeadas en arena, como la imagen de La Piedad, que retrata a la Virgen María sosteniendo a Cristo en sus brazos.
La elaboración de estas esculturas no solo es un testimonio del talento artístico local, sino también una manifestación de profunda fe y religiosidad que invita a la reflexión durante esta importante festividad religiosa.
Esta iniciativa artística convierte a Cerro Azul en un destino único durante la Semana Santa, atrayendo a visitantes en busca de una experiencia que fusiona la fe, la tradición y la belleza del arte en la arena.
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