Una inusual y violenta tormenta de arena cubrió ayer gran parte de la región sur del país, desde Ica hasta Tacna, dejando a su paso un panorama apocalíptico que alarmó a miles de personas.

En localidades iqueñas como Parcona, Pisco, Nasca y Palpa, la visibilidad se redujo a menos de dos metros, mientras una nube de polvo cubría casas, vehículos y carreteras.

Este fenómeno natural fue provocado por los conocidos Vientos Paracas, que alcanzaron ráfagas de hasta 40 km/h, según informó el Servicio Nacional de Meteorología e Hidrografía del Perú (Senamhi). Estos vientos, típicos de la costa sur del Perú, levantaron grandes cantidades de arena del desierto, formando densas nubes que paralizaron el turismo, el comercio y el tránsito vehicular en Ica y otras regiones aledañas.

SUSTO. La tormenta de arena comenzó alrededor de la 1 de la tarde en el sur de Ica, según relataron testigos. En cuestión de minutos, una enorme masa de polvo avanzó desde las pampas de Nasca hacia zonas urbanas, cubriendo el cielo y oscureciendo el ambiente.

En la ciudad de Ica, el tránsito se detuvo por completo: los conductores no podían ver más allá del parabrisas y muchos optaron por estacionarse y esperar. “Corran, se viene el fin del mundo”, “Qué feo esto, Diosito lindo” gritaban pobladores aterrorizados.

Turistas en el desierto de Huachina quedaron atrapados en el inmenso polvo. “En mi vida había visto algo así”, declaró uno de ellos.

La Capitanía de Puerto de Paracas decretó el cierre temporal de caletas como El Chaco y La Puntilla debido a las peligrosas condiciones meteorológicas. Se suspendieron todas las actividades náuticas, pesqueras y turísticas, mientras se evalúa la evolución del evento. El tránsito terrestre también fue restringido en tramos donde la visibilidad era casi nula.

TAMBIÉN EN LIMA. La tormenta no solo afectó el sur del país. En Lima, distritos como La Molina, Carabayllo, Santa Anita, Surco y San Juan de Lurigancho reportaron ventarrones que causaron la caída de árboles, paneles publicitarios e incluso techos de calamina. En algunos sectores, la tierra levantada por el viento generó remolinos que alarmaron a los vecinos.

El Senamhi emitió una alerta naranja vigente hasta el domingo 3 de agosto, señalando que los vientos se intensificarán aún más en los próximos días.

Este fenómeno ha sido calificado como “nunca antes visto” por expertos como el meteorólogo Abraham Levy, quien afirmó que no recordaba imágenes similares en Ica. La magnitud del evento ha dejado perplejos incluso a especialistas del clima, quienes descartaron cualquier vínculo entre esta tormenta y posibles sismos.

Km/h

es la velocidad de ráfaga de vientos que se espera hasta el domingo, en medio de la emergencia natural.

Las autoridades recomendaron reforzar techos y ventanas, evitar actividades al aire libre y protegerse del polvo con mascarillas y gafas.