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En 1860 empezó un proceso político en Rusia que culminó en 1917.
Una lucha consignada por el pueblo y para él. Si bien se convirtió en un relato de largo aliento, la historia compila la importancia del “Domingo Sangriento” que se vivió en Petrogrado, en 1905, donde cientos de campesinos y proletarios llegaron a pedir justicia y fueron cruelmente asesinados por la guardia de Nicolás II.
Nueve años después, empieza la Primera Guerra Mundial, que registra una baja de la población y un alto índice de pobreza. Estos hechos hicieron que Lenin regrese de su exilio de Finlandia para pedir a los bolcheviques, un grupo político de la época, unirse a favor de su patria.
El 23 de febrero de 1917, Lenin logra derrocar al zarismo, tras 300 años de monarquía. Aquel día, el pueblo ruso gritó en las calles “Paz y pan”, consignando una revolución.
El 23 de febrero de 1917, Lenin logra derrocar al zarismo, tras 300 años de monarquía. Aquel día, el pueblo ruso gritó en las calles “Paz y pan”, consignando una revolución.
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