Cuando el presidente Martín Vizcarra da sus habituales conferencias referidas al avance del en el Perú, las personas con discapacidad auditiva tienen la posibilidad de entenderlo gracias a Moisés Piscoya, intérprete de la lengua de señas peruana cuya labor es vista al lado derecho de la pantalla de TV Perú.

Desde que era bebé, Moises aprendió de forma natural la lengua de señas pues su madre murió al poco tiempo de su nacimiento y quedó a cargo de su hermana mayor, quien era sorda. Ella le dio una crianza en su idioma y creció, dice, en medio de dos mundos: el de la cultura sorda y la del oyente.

Por su historia de vida, se considera un nativo de la lengua de señas, lo que le ha permitido cumplir el importante rol de comunicar a la los mensajes de Vizcarra sobre esta pandemia. Sin embargo, refiere que esta accesibilidad no estuve presente desde el principio y fue la protesta de esta población la que permitió que se respete su derecho.

“La lengua de señas es el idioma de las personas sordas y debe tener el mismo valor y reconocimiento que las demás lenguas en el Perú. En estos momentos con el brote del COVID-19, con mayor razón la información tiene que llegar a todos y todas por igual en tiempo real, no después o un resumen, porque información oportuna salva vidas”, sostiene.

Ante ello, cree que aún falta mucho por hacer, sobre todo a nivel de televisión de señal abierta y en redes sociales. “Para las personas sordas, el acceso a la lengua de señas es clave para romper las barreras de comunicación tanto para comunicarse como para informarse en todo momento. Con acceso a la información podrían participar más en igualdad de oportunidades”, comenta.

Para Moisés, el Estado debe dialogar con la comunidad sorda para conocer sus necesidades más urgentes, sus ideas y propuestas. Además, remarca la importancia de la lengua de señas para que estas personas accedan a sus derechos, no solo de comunicación e información, sino también a la educación, salud y otros servicios públicos.

“Yo solo soy un medio para facilitar la comunicación entre ambas partes, tanto para autoridades del Gobierno como para las personas sordas (…) Para mi hacer esta labor es importantísimo, contribuir significativamente a lograr una sociedad más integrada e inclusiva; y hacer que las personas sordas estén enteras de lo que pasa a su alrededor y tengan su propia opinión. Es gratificante y valioso para mí”, considera.

Moisés sabe la gran responsabilidad que tiene en sus manos al desempeñarse como intérprete de la lengua de señas peruana. Desde hace 18 años comenzó este camino que considera difícil pues hasta ahora su labor no es considerada una profesión como en otros países. Actualmente, anota, el Ministerio de Educación lleva un poco más de tres años debatiendo el perfil profesional del intérprete y preocupa que tarde tanto.

Además, según refiere, no es fácil encontrar oportunidades de capacitación y profesionalización y falta difundir sobre la función del intérprete, así como su importancia para que la comunidad sorda acceda s su derecho de la información. Otra acción importante es que la lengua de señas sea reconocida como un idioma para realizar investigaciones.

“A pesar de esas dificultades, amo mi profesión, siento que nací para esto, lo tengo impregnado en mis huesos, en mi piel y en el corazón. Considero que lo más valioso de esto es hacer posible la comunicación entre la comunidad sorda y el resto de la sociedad y ser un puente de comunicación entre dos mundos”, acota.

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