Alberto (30 años, San Juan de Miraflores). Doctora Moro, le escribo para pedirle su ayuda.

Estoy muy molesto con mi esposa, Gisela. Es una mujer súper cariñosa, muy amable y tiene muy buen corazón; sin embargo, considero que tiene un problema de administración de dinero. Resulta que cuando se va de compras no se mide, gasta de más, incluso adquiere cosas a crédito porque se le acaba el efectivo.

Hace una semana tuvimos un problema respecto a ese tema. Le cuento. Nosotros tenemos una tarjeta de débito que usamos para gastos de la casa y de salud. Acordamos utilizar el dinero de forma responsable. No obstante, ella no respetó esa regla.

El lunes pasado fui al dentista para que me extrajera la muela del juicio. Tras  la conclusión del procedimiento, me dispuse a pagarle al doctor con la tarjeta de débito y me llevé una desagradable sorpresa cuando el médico me dijo que no tenía saldo. Gisela había retirado todo el dinero. Ella sabía que yo usaría la tarjeta para un gasto de salud y, al parecer, no le importó porque me dejó sin plata. Me colmó la paciencia.  

Llegué a la casa y le reclamé su comportamiento, pero se defendió diciendo que había comprado unas almohadas y sábanas de muy buena calidad y que se había olvidado de advertirme que se había acabado el dinero. Finalmente, me pidió disculpas.

Sigo muy molesto por lo que pasó, ya le he pedido a mi pareja que no gaste en cosas que no son necesarias y no me escucha. Estoy harto. ¿Qué puedo hacer, doctora? Ayúdame.

OJO CONSEJO:

Estimado Alberto, entiendo tu enojo. Te aconsejo que dialogues asertivamente con tu esposa sobre el tema. Esto es primordial. No se están entendiendo correctamente sobre el aspecto del dinero. Creo que también sería importante que consideren tener cada uno su propia tarjeta de banco. De esta forma, pueden administrar mejor la plata. Mucha suerte.