Hola, soy Magaly Moro y leo todos los días tu caso del corazón para darte un consejo. Siempre protejo la identidad de las personas que me escriben porque esta historia podría ser la de cualquiera.
El amor nos impulsa a ser mejores personas, pero también nos puede cegar y poner contra la espada y la pared. En este espacio recibirás un consejo, el consejo de una amiga anónima. Ojo, esto no es una terapia. En muchos casos sí es importante recurrir a una, ya sea solo o en pareja.
Hoy te cuento la historia de Fátima, de 41 años, de Barranco:
Ay, doctora Moro, espero que mi queja no le parezca ridícula, pero estoy harta de que Hernando se crea el gran intelectual y compre muchos libros cuando, en realidad, no es capaz de terminar de leer ni uno solo. Cada vez que lo veo en la cama con alguna novela entre las manos, ya sé que en pocos minutos se dormirá y no habrá avanzado ni una sola página.
Lo que me molesta es que, a menudo, no podemos ir al cine ni a comer y, muchos menos, viajar porque mi pareja no tiene dinero. No obstante, cada quincena aparece con nuevos libros que luego terminan apilados en la esquina de la habitación. ¿Puede creer que tiene como 70 ediciones selladas? ¡Es una locura! Lo único que lee es la reseña y como tiene buena memoria, siempre repite algún dato interesante, las obras de algún autor, de qué país es, etc., y con eso sorprende a la gente. Pero muchas veces tengo ganas de decir que es un impostor porque no sabe nada, solo lee resúmenes.
Como si fuera poco, ahora está que ahorra lo poco que le queda de dinero para mandarse a hacer un librero de madera tallado. No sé por qué está obsesionado con aparentar algo que no es.
Y lo que me enfurece más es que todo el tiempo le dice a sus sobrinos que lean con frases como “Un lector vive mil vidas antes de morir. La persona que nunca lee vive solamente una” o “Leer es viajar por nuevos mundos”, entre otras huachaferías. ¿Cómo le digo a mi pareja que deje de ser tan posero? Lo amo, pero siento que es un embustero. No sé si estoy exagerando, me gustaría conocer su opinión.
CONSEJO
Estimada Fátima, efectivamente, tienes que hablar con Hernando y expresar tu malestar. Empieza por decirle que no te irrita que se compre libros, sino que no estés en sus prioridades ni te ofrezca tiempo de calidad. Y no estaría mal que, de paso y con sutileza, le menciones que debería leer algunos libros antes de adquirir otros. Suerte.