Hola, soy Magaly Moro y leo todos los días tu caso del corazón para darte un consejo. Siempre protejo la identidad de las personas que me escriben porque esta historia podría ser la de cualquiera.
El amor nos impulsa a ser mejores personas, pero también nos puede cegar y poner contra la espada y la pared. En este espacio recibirás un consejo, el consejo de una amiga anónima. Ojo, esto no es una terapia. En muchos casos sí es importante recurrir a una, ya sea solo o en pareja.
Hoy te cuento la historia de Roberto, de 52 años, quien vive en el distrito de Carabayllo:
Doctora Magaly Moro, le escribo para pedirle un consejo. Mi esposa Martha está molesta conmigo porque, dice, me he burlado de Óscar Ibáñez, el nuevo técnico de la selección y me ha enviado a dormir al sofá.
Mi Marthita es hincha de Universitario, en especial del arquero Óscar Ibáñez. Ha ido varias veces al estadio solo para verlo. Cuando el portero se fue a jugar a Cienciano, mi esposa viajó hasta Cusco para ver el debut del guardameta en el cuadro “Papá”.
Como ella dice, es su fan número uno. Por eso, cuando se anunció que Ibáñez era el nuevo técnico de la selección, mi esposa se puso feliz. Yo, como hincha realista de la Bicolor, comenté que la elección había sido pésima, porque Ibáñez no ha tenido un buen desempeño como técnico, así que sería muy difícil que un inexperto nos saque del fondo de la tabla.
Mi mujer, furiosa, me dijo que me retracte, que no podía hablar mal de Ibáñez delante de ella. Le dije que mi opinión era acertada y que no la iba a cambiar. Martha me miró con cólera y me dijo: como no estás de acuerdo conmigo, dormirás esta noche en el sofá.
Doctora, desde ese día mi esposa no me quiere de vuelta en nuestra cama. Le he dicho que es una exagerada, que su fanatismo por Ibáñez no puede afectar nuestra relación de pareja. Ella está terca en que me disculpe si quiere que vuelva a dormir con ella. Yo no pienso caer en su capricho, pero realmente la espalda la tengo molida de dormir en el sofá. ¿Qué hago?
CONSEJO
Querido Roberto, me sorprende la actitud de tu esposa. Habla con ella con calma, sin afán de discutir ni tampoco de imponer tus ideas. Explícale que su actitud está afectando su relación de pareja, y también tu salud. Dile que no pretendías ofenderla con tus opiniones y que, para evitar problemas, nunca más dirás algo sobre Óscar Ibáñez. Con diálogo todo se soluciona.