Magaly Moro

Natalia (33 años, La Victoria). Doctora Moro, hace un año conocí a Moisés, el hombre que me devolvió la fe en el amor. Él es ingeniero de minas, un hombre dedicado y con grandes metas. Al principio, todo era perfecto porque trabajaba en Lima y podíamos vernos con frecuencia. Salíamos los fines de semana, teníamos largas conversaciones y planeábamos un futuro juntos. Pero hace seis meses su vida dio un giro: lo trasladaron a una mina en una provincia de Cajamarca, y ahora solo puede venir a Lima una vez al mes.

Pensé que estaba preparada para la distancia, pero con el tiempo empecé a sentirme insegura. En las minas, él duerme en un campamento de trabajo junto a otros ingenieros y técnicos, entre ellos mujeres. Lo sé porque él mismo me lo contó, pero no puedo evitar preocuparme. Para colmo, en TikTok siempre aparecen historias de infidelidades en campamentos mineros, y aunque trato de no tomarlas en serio, algunas veces me carcome la duda.

Le he preguntado y él siempre me tranquiliza: “Tú eres la única en mi vida”. Pero cuando lo escucho decir eso y pienso en lo poco que lo veo, me pregunto si será suficiente para mantenernos unidos.

Lo peor fue hace unas semanas, cuando hablábamos por videollamada y escuché la risa de una mujer. Me dijo que era una compañera que pasaba por su habitación, pero mi mente no dejó de dar vueltas. Doctora, ¿cree que estoy siendo injusta con Moisés?

OJO AL CONSEJO

Querida Natalia, es normal que la distancia despierte inseguridades, pero es importante diferenciar entre hechos y suposiciones. Moisés ha sido transparente contigo al contarte sobre su entorno, lo cual es un buen indicio de confianza. Las historias que ves en las redes no reflejan necesariamente tu realidad, así que no permitas que alimenten tus temores. Suerte.