Magaly Moro

Lucy (42, Villa María del Triunfo). Señora Moro, me encuentro muy preocupada por mi relación con Alexis, mi esposo desde hace 20 años. Resulta que ahora se la pasa toda la noche pegado al celular y cuando le pregunto qué tanto hace, se enoja y me asegura que solo se divierte viendo memes.

Doctora Moro, yo no soy una mujer celosa, jamás lo he sido, sin embargo, esta situación no me genera buena espina. Lamentablemente, por lo cansada que estoy, siempre me quedo dormida temprano y no puede espiar a mi marido, pero cada vez que me levanto para ir al baño, noto como que le faltan dedos para chatear.

La semana pasada intenté revisar su celular, pero le había puesto clave. Discutimos por eso, porque nuestros celulares nunca tenían clave. No quiero sonar paranoica, pero siento que algo me oculta. Hasta se mete al baño con el celular y no solía hacer eso.  Además, ahora se arregla más, se ha comprado ropa con un estilo diferente y hasta usa perfume. No digo que no se puede arreglar. Al principio me alegró bastante ese cambio. No obstante, su conducta conmigo cambió para mal; ya no me presta atención y se aburre de mis conversaciones, hasta descaradamente bosteza.

Hemos tenido muchas peleas y no ha tenido reparos en decirme que soy una insegura y que, si tanto insisto en que estoy con alguien, finalmente se cumplirá mi deseo.

Ya no tengo ojos de tanto llorar, doctora. No puedo creer que mi esposo ande con la cabeza caliente y no le importe nuestra familia. ¿Qué hago? ¡Ayúdeme!

Ojo al consejo

Estimada Lucy, antes de sacar conclusiones, habla con tu marido. Exprésale, sin reclamos, los temores que tienes y dile que necesitas que te apoye en este momento de dudas.

Si Alexis sigue con su mal carácter y altanerías, evalúa si quieres seguir a su lado. No mereces recibir ese tipo de maltratos y mucho menos que tus hijos sean testigos de tu sufrimiento. Suerte.

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