Hola, soy Magaly Moro y leo todos los días tu caso del corazón para darte un consejo. Siempre protejo la identidad de las personas que me escriben porque esta historia podría ser la de cualquiera.

El amor nos impulsa a ser mejores personas, pero también nos puede cegar y poner contra la espada y la pared. En este espacio recibirás un consejo, el consejo de una amiga anónima. Ojo, esto no es una terapia. En muchos casos sí es importante recurrir a una, ya sea solo o en pareja.

Hoy te cuento la historia de Adrián de 33 años, de Pueblo Libre.

Doctora Magaly, me siento devastado y frustrado. ¿La razón? Mi novia Valeria rechazó mi propuesta de matrimonio.

Después de pensarlo mucho, decidí dar un paso muy importante en nuestra vida. Valeria y yo llevamos más de tres años juntos, hemos compartido muchas experiencias, algunas buenas y otras difíciles. Nos hemos apoyado mutuamente en todo momento, por lo que creí que nuestra relación estaba más que sólida. Pensé que nuestro amor era inquebrantable y que este sería el momento perfecto para pedirle matrimonio.

Su madre, que siempre ha sido muy cercana a mí, fue mi cómplice. El plan era pedirle la mano en un momento sorpresa, justo después de su cumpleaños. El momento llegó. Durante la celebración, cuando todos estaban brindando, pedí que bajaran un poco la música y me dirigí hacia Valeria. En ese instante, me arrodillé y, con el corazón en la mano, le pedí que se casara conmigo, entregándole un anillo. Ella, muy sorprendida, me dijo que me daría su respuesta en privado, dejándome completamente en vergüenza frente a todos.

El ambiente se volvió incómodo. Todos los presentes quedaron en shock. Yo, completamente avergonzado, respondí que estaba bien, me levanté y traté de disimular el momento. Desde ese día, no he hablado con Valeria, a pesar de que me ha llamado y enviado varios mensajes. No puedo perdonarle lo que me hizo, doctora. ¿Qué debería hacer en esta situación?

CONSEJO

Querido Carlos, Carlos, entiendo lo doloroso que debe ser lo que viviste. Es importante que tomes un tiempo para reflexionar sobre tus sentimientos y tu relación con Valeria. La comunicación es clave; te sugiero hablar con ella en un momento tranquilo y expresar cómo te sientes. Escucha su versión y, si ambos están dispuestos, busquen una solución juntos. Suerte.