Hola, soy Magaly Moro y leo todos los días tu caso del corazón para darte un consejo. Siempre protejo la identidad de las personas que me escriben porque esta historia podría ser la de cualquiera.

El amor nos impulsa a ser mejores personas, pero también nos puede cegar y poner contra la espada y la pared. En este espacio recibirás un consejo, el consejo de una amiga anónima. Ojo, esto no es una terapia. En muchos casos sí es importante recurrir a una, ya sea solo o en pareja.

Hoy te cuento la historia de Fernando, de 48 años, que nos escribe desde La Victoria.

Doctora Magaly Moro, le escribe un hombre arrepentido de haber engañado a su esposa y que no quiere perderla.

Confieso que de soltero fui un hombre de ojo alegre. Salía con varias chicas a la vez, pero con ninguna tenía una relación oficial, hasta que conocí a Marcela.

Su belleza me cautivó desde el primer momento que la vi. Sus ojos chinitos y su sonrisa me enamoraron. Marcela fue difícil de conquistar, como sabía de mi pasado “alegre”, desconfiaba de mí. Pero con paciencia y mucho amor logré convencerla.

Con Marcela me planté y decidí formar un hogar. Tenemos dos hijos de 10 y 8 años. Llevamos 12 años de casados y durante ese tiempo nunca le fui infiel, hasta que volvió a mi vida Ángela, con quien tuve una relación intensa en el pasado.

Si bien nunca fuimos enamorados, con Ángela salíamos a divertirnos, éramos solteros y no le hacíamos daño a nadie. Luego ella se fue al extranjero y no supe más hasta que hace unos meses me contactó por Instagram.

Empezamos a escribirnos y recordar nuestras escapadas. Confieso que nuestras conversaciones, en ocasiones, eran subidas de tono. Me dijo que venía a Lima y que quería verme. Yo acepté porque pensaba reunirme solo en plan de amigos.

Cuando nos vimos, el fuego que sentíamos en el pasado volvió a surgir. Tragos van y tragos vienen y terminamos la noche en un hotel. Doctora, estoy arrepentido de lo que hice. Yo amo a Marcela y no quiero perderla. ¿Qué hago?

CONSEJO

Fernando, es lamentable que te hayas dejado llevar por un momento de pasión poniendo en riesgo tu matrimonio de 12 años. Debes ser sincero con Marcela y contarle cómo ocurrieron las cosas, no con la esperanza de que te perdone, sino porque debes ser sincero con ella. Recuerda que toda acción tiene una reacción. Debes asumir las consecuencias de tus actos.