Magaly Moro

Magaly Moro

Eduardo (28 años, Barranca). Doctora Magaly, me animo a escribirle porque he leído los casos que presenta y los consejos que brinda a cada pareja con problemas, me parece una mujer muy sensata y comprensiva. Sé que usted me ayudará a resolver mi inquietud.

Mi novia, Almendra, y yo llevamos separados casi dos meses. Poco antes de que comience la cuarentena tuve que viajar a Barranca, ciudad donde me encuentro ahora. Mis padres viven aquí, así que estoy pasando con ellos el aislamiento obligatorio.

Durante este tiempo he mantenido conversación con mi pareja por medio de Skype. Las primeras semanas estuvimos dialogando de forma muy tranquila y amena. Ella me decía que me extrañaba mucho, que me quería y que anhelaba que terminara el confinamiento para vernos. Sin embargo, poco a poco su actitud cambió. Se volvió tosca y comenzó a reprocharme que estuviera alejado de ella. En nuestra última conversación, ocurrida el pasado miércoles, me dijo que ya no soportaba que estuviéramos distanciados, que entendía lo de la cuarentena, pero que sentía que nuestra relación se estaba deteriorando. Por eso, me exigió que viaje a Lima a como dé lugar.

Le respondí que eso era imposible, que entendiera que las fronteras estaban cerradas y que no había bus para que me trasladara a la capital.

Almendra enloqueció al escucharme. Aseguró que si no era capaz de realizar ese viaje por ella es porque realmente no la amaba. Me colgó el teléfono y desde entonces no hemos vuelto a hablar. ¿Qué hago, doctora?.

Ojo al consejo

Estimado Eduardo, considero que tu novia tiene actitudes infantiles y exageradas. Es irracional que te pida que vengas a Lima en una situación complicada como la que estamos viviendo.

Te aconsejo que hables con ella tranquilamente y le hagas entender que tienen que respetar las medidas. No te arriesgues realizando un viaje sin un motivo urgente. Suerte.