Hola, soy Magaly Moro y leo todos los días tu caso del corazón para darte un consejo. Siempre protejo la identidad de las personas que me escriben porque esta historia podría ser la de cualquiera.

El amor nos impulsa a ser mejores personas, pero también nos puede cegar y poner contra la espada y la pared. En este espacio recibirás un consejo, el consejo de una amiga anónima. Ojo, esto no es una terapia. En muchos casos sí es importante recurrir a una, ya sea solo o en pareja.

Hoy te cuento la historia de Santiago, de 32 años, de San Isidro:

Estimada señora Magaly, me encuentro en un momento muy doloroso de mi vida. Laura fue el amor que siempre soñé tener. Creí que nuestra relación estaba construida sobre bases sólidas de amor y confianza. Sin embargo, ahora me pregunto si realmente sentía lo mismo por mí. Sé que yo la amé profundamente, y aún la amo, lo que hace que su traición sea aún más devastadora.

Desde mayo, su comportamiento cambió drásticamente. Recuerdo que empezó a cancelar nuestros planes con frecuencia. Si le proponía una escapada de fin de semana, a menudo me decía que no podía porque había tenido una cita en el spa. Decía que necesitaba cuidarse y sentirse bien, lo cual empezó a ser su justificación habitual. Además, nuestra conexión física se fue desvaneciendo.

Todo llegó a un punto crítico el fin de semana pasado, cuando decidí sorprenderla con un detalle en el spa donde siempre iba. Nunca imaginé que me encontraría con una escena tan desgarradora.

Al entrar, la vi besándose con un joven que resultó ser su estilista. El shock fue inmediato; la confronté y perdí el control. Ella me respondió que estaba confundida y que lo mejor era tomarnos un tiempo separados. En ese momento, le dije que nuestra historia había llegado a su fin. Sin embargo, la verdad es que no puedo dejarla ir. Estoy pensando en contactarla para decirle que estoy dispuesto a darle espacio y que me gustaría tener la oportunidad de reconquistarla. ¿Cree que eso sería un buen paso?

CONSEJO

Querido Santiago, antes de buscar a Laura, tómate un tiempo para reflexionar. Pregúntate si realmente la amas o si el miedo a la soledad te impulsa. Si decides hablar con ella, exprésale tus sentimientos, pero también escucha lo que tenga que decir. Recuerda que una relación se basa en la confianza y el respeto. Prioriza tu bienestar y asegúrate de que ambos estén dispuestos a trabajar en los problemas.