Magaly Moro José (25 años, San Luis)

Señora Magaly, me encuentro en una tremenda encrucijada, no sé si deba salir con una mujer que realmente me atrae o ser un buen pata. Fabián ha sido mi amigo desde la universidad y ha estado siempre conmigo en las buenas y en las malas, somos inseparables y yo lo considero como un hermano. Obviamente, conozco a toda su familia y él a la mía.

Sin embargo, jamás había llegado a ver a su madre, pues era una mujer separada que vivía ya con su nueva pareja en otro distrito. Ahora me doy con la sorpresa de que se ha quedado sin trabajo y que Fabián le ha ofrecido vivir con él hasta que las cosas se solucionen.

Hace una semana visité a mi amigo para charlar y desestresarme un rato. En lugar de encontrarlo, me recibió una mujer de cuarenta y tantos años, de linda figura y penetrante mirada. Inmediatamente me sentí atraído, pero recordé que no era cualquier persona, sino la progenitora de mi mejor amigo. Nos quedamos solos los dos mientras esperábamos que Fabián regresaba del mercado.

Fueron los veinte minutos más angustiantes de mi vida y estoy seguro que ella también sintió la tremenda tensión sexual que reinaba en el ambiente. Antes que Fabián llegara, su madre me dio su número y rozó sutilmente su mano con la mía. Muero por llamarla desde ese día, pero no puedo traicionar a mi bestfriend de esa manera. No le he contado nada de lo sucedido y tampoco quiero que se entere, ya que probablemente acabaríamos peleados. ¿Qué debería hacer entonces, doctora?

Ojo al consejo

Estimado José, te aconsejo que primero pienses las cosas y no te precipites. Es muy probable que Fabián se enoje contigo por salir con su madre. ¿Cómo reaccionarías tú si él hiciera lo mismo? Por ello, no arruines una bonita amistad por un deseo que, probablemente, solo sea pasajero. Si el coqueteo entre ambos continúa, lo mejor será contarle a tu amigo la verdad. Suerte.

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