Hola, soy Magaly Moro y leo todos los días tu caso del corazón para darte un consejo. Siempre protejo la identidad de las personas que me escriben porque esta historia podría ser la de cualquiera.
El amor nos impulsa a ser mejores personas, pero también nos puede cegar y poner contra la espada y la pared. En este espacio recibirás un consejo, el consejo de una amiga anónima. Ojo, esto no es una terapia. En muchos casos sí es importante recurrir a una, ya sea solo o en pareja.
Hoy te cuento la historia de Celeste, de 44 años, de Los Olivos.
Doctora Magaly Moro, le escribo con la esperanza de que su consejo me ayude a salvar mi matrimonio. Llevo 10 años casada con Rigoberto y desde hace un año nuestra relación ha caído en la rutina y deseo que esta situación cambie.
Nos casamos ilusionados con formar una familia. Lamentablemente, después de muchos intentos no he podido quedar embarazada, así que nos resignamos a ser solo mi esposo y yo.
Al no tener la responsabilidad de los hijos, digamos que tenemos más tiempo para vivirlo en pareja. Sin embargo, mi esposo se ha vuelto aburrido. Cuando le digo para salir de viaje, pone muchos pretextos: que los pasajes son caros, que mejor lo planifiquemos con más tiempo, que si el frío, que si el calor.
Si quiero salir a bailar, me dice que estamos viejos para eso, que mejor nos quedemos en casa viendo televisión. Y en la intimidad, solo le digo que hace un mes mi marido no me toca y cuando me acerco a él para provocarlo, me da la espalda en la cama y se pone a roncar.
Doctora, yo no me siento vieja, por el contrario, estoy en mi mejor momento. Pero mi marido parece un viejo jubilado que solo quiere estar sentado en el sillón viendo televisión.
Un compañero de trabajo me ha estado insistiendo para salir a comer y siempre me dice que estoy bonita. Yo me siento feliz con sus halagos y atraída por él, lo único que me frena es que soy una mujer casada. No quiero caer en la tentación, pero Rigoberto me está empujando a eso. ¿Qué hago?
CONSEJO
Querida Celeste, que la situación que vives en tu matrimonio no te lleve a caer en la infidelidad. Habla con tu esposo de cómo te sientes, que deseas que las cosas cambien en la relación. Pedir ayuda profesional a una terapeuta de pareja no estaría demás. Si la situación no tiene solución, lo mejor es que se separen antes de que lo engañes con otro. Piénsalo bien.