Hola, soy Magaly Moro y leo todos los días tu caso del corazón para darte un consejo. Siempre protejo la identidad de las personas que me escriben porque esta historia podría ser la de cualquiera.
El amor nos impulsa a ser mejores personas, pero también nos puede cegar y poner contra la espada y la pared. En este espacio recibirás un consejo, el consejo de una amiga anónima. Ojo, esto no es una terapia. En muchos casos sí es importante recurrir a una, ya sea solo o en pareja.
Hoy te cuento la historia de Julián, de 32 años, que nos escribe desde Jesús María.
Querida doctora Magaly Moro, le escribo esta carta para contarle que estoy pasando por una situación incómoda en mi matrimonio. Llevo seis meses casado con Mariana, mi bella esposa a quien amo profundamente, pero hay algo que me tiene estresado: su sazón es realmente mala. He tratado de ser paciente, pero cada comida le sale peor que otra y ya no soporto más.
Ella es consciente de que no cocina tan bien, pero no parece darle importancia. Cuando le propongo cocinar yo, ella se siente mal y dice que le quito su lugar como esposa. Yo no quiero que se sienta menos, pero tampoco pretendo seguir comiendo platos sin sabor y que me caen mal.
Estoy pensando pedirle a mi mamá que le enseñe algunas recetas básicas, porque ella cocina delicioso. Sin embargo, no sé cómo planteárselo sin que se ofenda o piense que la comparo. No quiero hacerle daño, solo deseo que mejoremos juntos en esta nueva etapa como pareja, incluyendo la vida en la cocina.
Doctora, ya no sé cómo abordar el tema sin herirla. Temo que lo tome de manera personal y se moleste. Yo solo quiero que ambos podamos disfrutar de nuestras comidas y compartir momentos agradables en casa. Doctora, me urge tener su consejo para saber cómo manejar esta situación sin generar un conflicto en mi hogar. ¿Qué hago?
CONSEJO
Querido Julián, conversa con tu esposa con honestidad y mucho tino. Proponle tomar clases juntos o preparar recetas los dos, para que no se sienta juzgada. Si la idea de que tu mamá le enseñe sale en la conversación, plantéalo con delicadeza, y solo si ella se muestra abierta. La clave es comunicarse con cariño y buscar soluciones en equipo. Suerte.




