Hola, soy Magaly Moro y leo todos los días tu caso del corazón para darte un consejo. Siempre protejo la identidad de las personas que me escriben porque esta historia podría ser la de cualquiera.
El amor nos impulsa a ser mejores personas, pero también nos puede cegar y poner contra la espada y la pared. En este espacio recibirás un consejo, el consejo de una amiga anónima. Ojo, esto no es una terapia. En muchos casos sí es importante recurrir a una, ya sea solo o en pareja.
Hoy te cuento la historia de Robert, de 42 años.
Robert (42, San Miguel). Doctora Magaly, le escribo porque no sé qué hacer con una situación que está afectando mi relación con mi esposa. Ella es muy chismosa.
Cada vez que llego a casa después de un día de trabajo, ella ya ha tenido todo un maratón de conversaciones. Primero, con las madres del colegio cuando lleva a nuestro hijo, luego con las vecinas, y después, cuando me siento a cenar con ella, me cuenta todos los chismes del día.
A veces ni siquiera tiene tiempo para sentarse a comer conmigo porque se queda pegada viendo programas de espectáculos.
Me molesta ver cómo pasa horas viendo esos programas, luego se pone a contarme las historias como si estuviera conversando con una amiga. Yo llego a casa esperando algo más: una charla sobre nuestro día, sobre los planes a futuro, pero no.
Cada conversación se convierte en un resumen de lo que ocurrió en la vida de otras personas. Una de las cosas que más me molesta es que, en lugar de ver algo que ambos disfrutemos, como una película o una serie, ella se dedica a ver más y más programas de espectáculos.
Me dice que “son cosas inofensivas”, que “le gusta estar informada”, pero yo siento que, al final, me está apartando de su mundo. Me gustaría que hablara conmigo de lo que estamos viviendo, de lo que nos preocupa, pero no lo hace.
Acónsejeme, por favor, doctora, ¿cómo puedo solucionar el tema con mi esposa? Mi esposa es muy chismosa
OJO AL CONSEJO
Querido, Robert. Es normal que te sientas desplazado cuando las conversaciones giran siempre en torno a otras personas. La clave está en comunicar cómo eso afecta tu conexión con ella, sin culpas ni reproches. Propón momentos solo para ustedes. Conversen sobre sus sueños, sus planes, su día a día. Ayúdala a ver que su voz también merece protagonismo en su propia historia.