Hola, soy Magaly Moro y leo todos los días tu caso del corazón para darte un consejo. Siempre protejo la identidad de las personas que me escriben porque esta historia podría ser la de cualquiera.
El amor nos impulsa a ser mejores personas, pero también nos puede cegar y poner contra la espada y la pared. En este espacio recibirás un consejo, el consejo de una amiga anónima. Ojo, esto no es una terapia. En muchos casos sí es importante recurrir a una, ya sea solo o en pareja.
Hoy te cuento la historia de Federico, de 52 años, quien vive en el distrito de Lince:
Doctora Magaly, le escribo porque estoy muy preocupado por el comportamiento de mi esposa Patricia y no sé cómo ayudarla. Llevamos 25 años de casados y tenemos dos hijos, ya profesionales. Ella es una mujer maravillosa, pero tiene un problema, le gusta gastar el dinero en compras innecesarias.
No crea que mi Paty siempre fue así. Al principio ella era muy responsable con sus gastos y organizaba la economía del hogar de forma milimétrica. Todo cambió cuando sufrió un accidente hace 5 años y por poco la pierdo para siempre.
Desde ese momento, Patricia cambió. Ahora dice que quiere vivir el día a día porque en cualquier momento nos iremos de este mundo y de nada servirán los ahorros porque cuando esté muerta no podrá disfrutarlos. Prefiere acumular experiencias y recuerdos en lugar de dinero.
Paty y yo somos contadores de profesión, ambos tenemos un buen trabajo y nuestros salarios nos permiten cubrir nuestras necesidades y también ahorrar un poco. Pero nuestros fondos están por desaparecer porque Patricia los está gastando en ropa, regalos y salidas a comer y pasear, entre otros gustitos.
Cuando le digo que tiene que controlar sus gastos me dice que soy un aburrido, que la vida es una y hay que vivirla. Ahora quiere que viajemos por todo el Perú, quiere conocer Cusco, Cajamarca, Trujillo y Tarapoto, para empezar. La idea no me parece mala, aunque le digo que primero hay que ahorrar; pero ella quiere que usemos la tarjeta para comprar los pasajes. ¿Qué hago, doctora?
CONSEJO
Querido Federico, es posible que Patricia esté tratando de cubrir algún miedo o necesidad comprando cosas. Probablemente el haber estado tan cerca de la muerte le haya afectado emocionalmente y sienta que debe vivir al máximo cada día. Ten paciencia y te aconsejo que consultes con un psicólogo para que te oriente sobre cómo manejar la situación. Suerte.