Hola, soy Magaly Moro y leo todos los días tu caso del corazón para darte un consejo. Siempre protejo la identidad de las personas que me escriben porque esta historia podría ser la de cualquiera.
El amor nos impulsa a ser mejores personas, pero también nos puede cegar y poner contra la espada y la pared. En este espacio recibirás un consejo, el consejo de una amiga anónima. Ojo, esto no es una terapia. En muchos casos sí es importante recurrir a una, ya sea solo o en pareja.
Hoy te cuento la historia de Ruth, de 30 años, que nos escribe desde El Rímac.
Querida doctora Magaly Moro, le escribo porque ya no sé cómo manejar lo que estoy viviendo en mi matrimonio. Tengo seis meses de casada y, aunque pensé que esta etapa sería de ilusión, se ha convertido en una situación muy tensa. Mi esposo es hijo único y siempre ha tenido un poco de mamitis, pero desde que su mamá enviudó hace dos meses y se mudó a nuestra casa, todo se ha intensificado. Siento que he perdido mi lugar como esposa.
Doctora, su mamá opina y quiere decidir sobre todo, desde cómo organizo la casa hasta qué cocinamos. Cuando intento dar mi punto de vista, Alberto se queda callado o respalda lo que ella dice, como si yo no existiera. Me duele que él no ponga límites y permita que nuestra vida de pareja se vea invadida.
Incluso nuestra intimidad se ha visto afectada. Mi esposo evita acercarse a mí por vergüenza a que su mamá escuche algo, y yo me siento rechazada. Una cosa es apoyar a un familiar en un momento doloroso, y otra es permitir que la relación matrimonial quede de lado. Me siento invisible, como si en esta casa la única opinión que vale es la de mi suegra.
Yo amo a Alberto, pero no puedo seguir soportando esta situación. Necesito que él entienda que su mamá merece apoyo, pero que yo también merezco respeto y espacio como esposa en mi casa. ¿Cree que le debería dar a escoger a mi marido entre su mamá o yo?
CONSEJO
Querida Ruth, entiendo tu malestar. Apoyar a una madre en duelo es noble, pero tu esposo debe entender que el matrimonio necesita límites claros para proteger la intimidad y el respeto dentro del hogar. Habla con él en un momento tranquilo, expresando cómo te afecta sin atacar a su madre. Es mejor que lo conversen con amor pero con firmeza.




