Hola, soy Magaly Moro y leo todos los días tu caso del corazón para darte un consejo. Siempre protejo la identidad de las personas que me escriben porque esta historia podría ser la de cualquiera.

El amor nos impulsa a ser mejores personas, pero también nos puede cegar y poner contra la espada y la pared. En este espacio recibirás un consejo, el consejo de una amiga anónima. Ojo, esto no es una terapia. En muchos casos sí es importante recurrir a una, ya sea solo o en pareja.

Hoy te cuento la historia de Roberto, de 51 años, quien vive en el distrito de Chorrillos:

Doctora Moro, le escribo completamente estresado por la sensibilidad de mi esposa. Llevo 20 años casado con Janet y, aunque la amo con toda mi alma, cada vez siento que soporto menos sus constantes lloriqueos.

Desde la semana pasada, ella ha estado sufriendo de manera exagerada por la noticia de los cangrejos de La Herradura. Según ella, la masiva aparición de estos pequeños cangrejos no es más que una manifestación de la naturaleza, un castigo hacia el ser humano por el desalojo de su hábitat por parte de las autoridades. Janet ha creado toda una historia en su cabeza.

Por mi parte, entiendo que la aparición de estos cangrejos se debe a la remoción de piedras y la colocación de arena en la playa, lo que es una explicación razonable. Sin embargo, no puedo comprender cómo algo tan sencillo puede llevarla a un nivel de angustia tan alto. Este tema no me conmueve de la misma forma. Pero cuando ella vuelve a ver las imágenes, no puede evitar llorar y lamentar lo que considera un acto cruel del ser humano. Siempre repite: “El ser humano es el animal más malo del mundo. Le hace daño a propósito”.

Me siento atrapado entre el amor que le tengo a Janet y el malestar que me causa su extrema sensibilidad. Me está resultando muy difícil tenerle la paciencia que ella necesita. A veces, su actitud me irrita tanto que he alzado la voz y le he respondido de mala manera. Esto me hace sentir culpable, pero también frustrado. ¿Qué me aconseja, doctora Magaly?

CONSEJO

Querido Roberto, tu frustración es comprensible, pero es importante tener en cuenta que la sensibilidad de Janet no es algo que pueda controlar fácilmente. En lugar de frustrarte, trata de mostrar empatía y comprensión. Podrías intentar hablar con ella de manera calmada sobre cómo te sientes, y sugerir juntos buscar formas de manejar sus emociones sin que te afecten tanto. Suerte.