Hola, soy Magaly Moro y leo todos los días tu caso del corazón para darte un consejo. Siempre protejo la identidad de las personas que me escriben porque esta historia podría ser la de cualquiera.

El amor nos impulsa a ser mejores personas, pero también nos puede cegar y poner contra la espada y la pared. En este espacio recibirás un consejo, el consejo de una amiga anónima. Ojo, esto no es una terapia. En muchos casos sí es importante recurrir a una, ya sea solo o en pareja.

Hoy te cuento la historia de Daniel, de 30 años, que nos escribe desde Surco.

Doctora Magaly, cada vez que tenemos una pelea, mi novia simplemente deja de responder. Podemos estar hablando de algo que nos incomoda y, de un momento a otro, ya no contesta más. A veces pasa uno o dos días sin decir nada, aunque la veo activa en redes sociales. Esa indiferencia me genera ansiedad y me hace pensar que ya no le importo tanto.

Llevamos cuatro años juntos y antes podíamos conversar sin que ella desaparezca así. Yo trato de mantener la calma, pero mientras más silencio guarda, más vueltas le doy a todo. Me pregunto si hice algo grave o si solo evita hablar para no discutir. Lo peor es que cuando regresa, actúa como si nada hubiera pasado y me quedo con todo ese malestar acumulado.

Le he dicho que me afecta cuando se aleja, pero solo me responde que necesita espacio y que no quiere pelear. Lo entiendo, pero siento que su forma de tomar distancia me deja colgado y me cuesta avanzar como pareja. No sé si exagero, pero duele que pueda ignorarme por días y luego siga la vida normal.

Quisiera que podamos arreglar las cosas conversando, aunque sea despacio, pero sin este silencio que me deja preocupado y confundido. Yo de verdad quiero que ambos podamos sentirnos tranquilos, no que cada discusión se convierta en varios días de tensión. ¿Qué puede hacer?

CONSEJO

Querido Daniel, busca un momento tranquilo para contarle cómo te afecta quedarte sin respuesta por días. No se trata de presionarla, sino de que ambos tengan una forma más sana de manejar los roces. Pueden acordar que, si alguno necesita espacio, al menos avise y retomen la conversación luego. Así tú tendrás calma y ella no sentirá que todo es una pelea.