Ramiro (31 años, San Miguel). Doctora Magaly, siento la necesidad de compartir mi situación para que usted pueda brindarme su ayuda. Desde que comencé a trabajar, me resulta imposible ver a Diana, la chica de la que estoy enamorado.
Hace seis meses obtuve un ascenso en mi empleo, lo que fue el mejor regalo del 2024, ya que creía merecer ese puesto desde hace tiempo. Sin embargo, este avance ha traído consigo grandes responsabilidades que han consumido todo mi tiempo.
Por esta razón, mi relación se está desmoronando poco a poco. Ni las llamadas telefónicas ni las redes sociales han funcionado, ya que ella odia estar atenta a un celular.
Siento una profunda frustración al ver que mi trabajo está arruinando todo lo que había construido con Diana, con el esfuerzo que me costó acercarme a ella. Estaba a punto de pedirle que fuera mi esposa, ya que sentía una conexión maravillosa.
Lo más preocupante es que me he enterado de que el hijo del amigo de su padre, quien es médico, la visita constantemente, y su hermana me comentó que ha comenzado a interesarse en Diana. Temo perderla. Doctora, realmente odio esta situación. Me encuentro entre la espada y la pared. No quiero renunciar a ese empleo soñado, pero tampoco quiero perder al amor de mi vida.
Por favor, necesito su orientación para encontrar un equilibrio. Me duele ver cómo mi hermosa relación, que comenzó de manera tan positiva, se está desvaneciendo por mi culpa. ¿Qué puedo hacer? Requiero una solución rápida.
CONSEJO
Estimado Ramiro, es importante que busques un equilibrio entre tu trabajo y tu relación. Dedica tiempo específico para ver a Diana, incluso si es poco, pero que sea de calidad. Comunícale cómo te sientes y escúchala; la sinceridad fortalecerá su conexión. Considera reorganizar tus responsabilidades laborales para liberar algo de tiempo. Prioriza lo que realmente valoras y lucha por ello.