Hola, soy Magaly Moro y leo todos los días tu caso del corazón para darte un consejo. Siempre protejo la identidad de las personas que me escriben porque esta historia podría ser la de cualquiera.

El amor nos impulsa a ser mejores personas, pero también nos puede cegar y poner contra la espada y la pared. En este espacio recibirás un consejo, el consejo de una amiga anónima. Ojo, esto no es una terapia. En muchos casos sí es importante recurrir a una, ya sea solo o en pareja.

Hoy te cuento la historia de Nina, de 26 años, que nos escribe desde Puente Piedra.

Doctora Magaly Moro, me encuentro muy triste porque mi familia no acepta que me haya enamorado de un policía. Llevo saliendo 6 meses con Alberto y en todo ese tiempo se ha mostrado como un hombre respetuoso, pero en mi casa no lo quieren porque dicen que los policías son hombres violentos e infieles.

Yo considero que Alberto es un hombre intachable, incapaz de faltarme al respeto o engañarme, como piensan mis familiares. Si bien él tiene una expresión dura en el rostro, propio de su trabajo, conmigo se porta como un osito cariñosito. Es tierno y muy romántico.

Lo conocí cuando fui a poner mi denuncia por robo a la comisaría. Él fue muy atento y me consoló porque yo estaba llorando del susto por el asalto del que fui víctima. Cuando lo vi, me enamoré de él. Su porte atlético, sus brazos musculosos y su linda sonrisa me cautivaron.

Debo confesar que al principio fui prejuiciosa, porque yo también pensaba que los policías eran mujeriegos, pero Alberto me demostró que estaba equivocada, que él es un hombre fiel. Con sus detalles me conquistó y estoy pensando seriamente en irnos a vivir juntos.

Cuando comenté en mi casa mis intensiones de convivir con mi pareja, mis padres pusieron el grito en el cielo. Se oponen rotundamente a que me vaya de mi casa, pero tampoco quieren darse la oportunidad de conocer a Alberto. ¿Qué hago, doctora, para que mi familia no se oponga a mi amor?

CONSEJO

Querida Nina, entiendo lo mortificada que debes estar. Tu familia actúa de manera equivocada. No pueden juzgar a una persona sin conocerla. Insiste para que acepten a Alberto en tu casa. Organiza una reunión para que lo presentes formalmente y puedan saber más de él. No actúes de manera precipitada, la convivencia es muy difícil y no debes tomar esa decisión por desesperación. Suerte.