Magaly Moro

Magaly Moro

Renata (34 años, Breña). Doctora Moro, estoy en una situación complicada. No sé qué hacer con mi matrimonio. Estoy casada con José Manuel desde hace seis años y hemos construido un hogar sólido, muy bonito; pero nos falta algo para completar nuestra felicidad: un niño. Lamentablemente, no puedo concebir.

Me enteré de este problema meses luego de casarme, cuando mi esposo y yo queríamos tener un bebé. Doctora, fueron días complicados, horribles. Sentía que no servía como mujer; sin embargo, José Manuel me ayudó mucho y me dijo que los dos solos podríamos seguir siendo felices.

Al comienzo lo acepté, aunque no dejé de buscar opciones; a escondidas de mi esposo, me sometí a varios tratamientos. No obstante, el resultado siempre era el mismo: “Señora, que salga embarazada es imposible”, me decían los doctores, junto con otras explicaciones médicas que ni yo entendía. Pero al final de mi búsqueda encontré una luz, cuando una amiga de la infancia me comentó que ella atravesó por el mismo problema y decidió adoptar.

“En una adopción ganan todos, amiga: tú y ese pequeño que está en busca de un hogar”, expresó. Esa frase me llegó al corazón. Averigüé y le dije a mi esposo, aunque mi sorpresa fue grande cuando él me respondió que no le interesaba esta alternativa, porque temía encariñarse con un hijo que no era suyo para que después aparezcan sus padres por él o ella. Señora Magaly, no sé cómo afrontar esto. Yo estoy dispuesta arriesgar todo con tal de convertirme en madre. ¿Qué hago?

Ojo al consejo

Renata, la situación con tu esposo es complicada. Tú no puedes obligarlo a ser padre si no quiere. Yo te recomiendo que hablen los dos y compartan las razones de su posición. Si él se anima, tomen esta decisión de manera responsable. Antes de empezar con los papeles, busquen ayuda con un psicólogo para que puedan asumir mejor este proceso. Suerte.