MAGALY MORO

Teresa (29 años, Breña). ¿Por qué no puedo ser feliz? Siento que no tengo suerte en el amor, doctora Moro. Hace 4 años empecé a vivir sola en un departamento de Lince, tras separarme de mi expareja. Con el paso de los meses comencé a creer que tal vez la soledad era una alternativa viable para mí, que debería acostumbrarme a eso, pero hace un año todo cambió.

Conocí a Juan Carlos, un hombre encantador, amante de la música, carismático, capaz de alegrarle la vida a cualquiera. Nuestro primer encuentro fue en las escaleras del departamento en el que vivo, en octubre del año pasado. Él subía con unas cajas y por una extraña razón me ofrecí a ayudarlo. Cuando estuvimos en su habitación, nos quedamos en silencio, pero ninguno dijo nada. Luego me fui deseándole una buena semana.

Al pasar los días, noté que él no vivía solo, sino con su pareja. En ese momento me sentí decepcionada porque en nuestro primer encuentro me había pedido mi número e incluso chateábamos por las noches. Cuando le reclamé por qué me mentía, dijo que se trataba de una amiga de la infancia que, como no tenía dónde quedarse, él le ofreció su casa. Además, agregó que se iría en dos días y así fue, la mujer se marchó. Desde entonces, Juanca me corteja; sin embargo, y pese al tiempo que lo conozco, no confío en él. Creo que es ese tipo de hombres a los que les encanta burlarse de las mujeres como yo.

A raíz de eso, pensé: “¿Y si yo me divierto con él?”, no me vendría mal una compañía. ¿Qué opina, doctora? Necesito su opinión.

Ojo, consejo

Teresa, antes de tomar cualquier decisión, pregúntate qué quieres en tu vida. Una relación abierta puede traerte serios problemas a la larga; puede herir a la otra persona o lastimarte a ti misma. Si lo que quieres es construir una relación bonita e intentar ser feliz, tienes que confiar. Dile lo que sientes, exprésale tus miedos. Todos merecemos que alguien nos ame completamente.

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