Hola, soy Magaly Moro y leo todos los días tu caso del corazón para darte un consejo. Siempre protejo la identidad de las personas que me escriben porque esta historia podría ser la de cualquiera.

El amor nos impulsa a ser mejores personas, pero también nos puede cegar y poner contra la espada y la pared. En este espacio recibirás un consejo, el consejo de una amiga anónima. Ojo, esto no es una terapia. En muchos casos sí es importante recurrir a una, ya sea solo o en pareja.

Hoy te cuento la historia de Laura, de 30 años, quien vive en el distrito de Pueblo Libre.

Señora Moro, me encuentro en una situación bastante complicada y no sé cómo manejarla. Durante 12 años estuve con Sebastián, mi pareja. Nos conocimos en la universidad y, con el tiempo, ambos creímos que éramos el uno para el otro. Compartimos sueños, proyectos y la idea de pasar el resto de nuestras vidas juntos. Sin embargo, todo cambió hace poco.

Hace dos meses, Sebastián me pidió un tiempo. Al principio pensé que era solo una etapa difícil, pero poco después descubrí que él había comenzado una relación con una compañera de trabajo. Me sentí devastada. No entendía cómo alguien con quien había compartido tanto podía cambiar tan rápido. El dolor fue tan grande que empecé a perder el rumbo, y para intentar sobrellevar la angustia, me entregué al alcohol y a salir con mis amigas.

Mi trabajo comenzó a verse afectado, ya no me concentraba, y sentía que todo lo que habíamos construido juntos se desmoronaba. Mis amigas me animan a seguir adelante, a dejar el pasado atrás, pero siento que no puedo. Lo extraño, pero al mismo tiempo me siento traicionada y perdida. Me cuesta encontrar fuerzas para seguir. Siento que mi vida se detuvo y no encuentro una salida. ¿Qué me aconseja, doctora? Necesito encontrar una forma de avanzar y recuperar mi paz.

CONSEJO

Estimada Laura, entiendo lo doloroso que es esta situación. El duelo por una ruptura larga toma tiempo, pero es crucial que busques maneras de recuperar el control de tu vida. Retoma tus actividades laborales y personales, como ejercicio o pasatiempos que disfrutes. Hablar con un terapeuta también puede ayudarte a gestionar tus emociones y sanar. El tiempo, junto con el autocuidado, será tu mejor aliado.