Hola, soy Magaly Moro y leo todos los días tu caso del corazón para darte un consejo. Siempre protejo la identidad de las personas que me escriben porque esta historia podría ser la de cualquiera.
El amor nos impulsa a ser mejores personas, pero también nos puede cegar y poner contra la espada y la pared. En este espacio recibirás un consejo, el consejo de una amiga anónima. Ojo, esto no es una terapia. En muchos casos sí es importante recurrir a una, ya sea solo o en pareja.
Hoy te cuento la historia de Roxanna, de 42 años, de Chorrillos
Doctora Moro, con mucha vergüenza le confieso que estoy perdidamente enamorada de un compañero de mi hijo en la universidad. He decidido contarle mi caso porque sé que no me juzgará, sino que me ayudará a tomar la mejor decisión.
He sido incapaz de hablar con alguien más de este asunto. Fabián y yo, incluso, ya hemos tenido relaciones y nos llevamos bien en la intimidad. Es muy lindo y fabuloso. Todo se me ha escapado de las manos y nunca en mi vida me había sentido tan bien y, a la vez, tan mortificada.
Él tiene 25 años, es decir que le llevo casi dos décadas. Aunque la mayoría de gente me dice que no aparento mis 42 años, que me conservo demasiado bien, con Fabián la diferencia si salta a la vista porque un día me confundieron y pensaron que era su tía.
Me duele que le dad nos impida estar juntos porque es un muchacho tan caballeroso, divertido, inteligente y bastante maduro para su edad. Jamás pensé que, tras mi duro divorcio, volvería a sentir un amor tan profundo.
Él insiste en que lo intentemos, asegura que no tenemos nada que perder, pero yo no opino lo mismo. Si mi hijo se entera, enloquecería. Además, mi familia es muy conservadora. No obstante, me siento en el limbo porque quiero mucho. Señora Moro, ayúdeme por favor.
CONSEJO
Estimada Roxanna, tienes que pensar este tema con la cabeza fría. Quizás todo se trate de una ilusión pasajera. Lo que te recomiendo es que, si sientes que hay un amor muy profundo, vayas con calma antes de aventurarte a oficializar esta relación ante tus hijos y familia. Si Fabián no tiene la paciencia del caso, entonces evalúa bien las cosas. Suerte.
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