Perdí al amor de mi vida
Perdí al amor de mi vida

Marina (25, Carabayllo). Doctora, no sé qué hacer. Siento que desde que perdí a David, la vida ha dejado de tener sentido para mí. Hace muchos años cultivé una hermosa relación junto al mejor hombre que pude conocer. Amigos y confidentes desde un inicio, no tardé mucho en iniciar una relación. Mis amigos más cercanos estaban más que encantados con él por su madurez, profesionalismo y calidez de persona.

Mi familia lo amó desde el primer momento que lo llevé a mi casa. Mi madre fue un poco quisquillosa al inicio, pero poco a poco lo adoptó como a un hijo. Las reuniones en mi hogar eran las mejores cuando él estaba ahí. Incluso, luego de meses, nos propusimos formalizar nuestra relación, dar el siguiente paso y casarnos. De esa forma, tendríamos la opción de construir un hogar juntos, ambos con una carrera profesional y un trabajo lo suficientemente estable para sostener a una familia.

Sin embargo, en el momento menos inesperado, la desgracia tocó a mi puerta. David tuvo un accidente en uno de sus tantos viajes al interior por trabajo.

La noticia llegó a mí de manera tan devastadora que sentí cómo el corazón se me hacía pedazos. Mis ganas de vivir se esfumaban sin retorno. Estuve, y aún lo estoy, sumida en un pesar que ahoga mi alma, del cual no sé cómo salir. Incluso, casi pierdo mi trabajo por muchas inasistencias. Tengo miedo de pensar en seguir con mi vida sin David. Siento que con su pérdida, una parte de mí también murió.

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