Magaly Moro

Magaly Moro

Cristopher (43 años, Santa Clara). Doctora Moro, me siento sumamente dolido por la actitud que ha tomado Amaya. Nuestra relación iba bien, yo siempre le dedicaba tiempo a mis proyectos y a ella por igual; sin embargo, un día de pronto comenzó a cambiar de actitud, todo le fastidiaba. Al principio, creí que se trataba de un mal día o de algo que, en particular, le estaba fastidiando en el trabajo, pero luego descubrí que lo que la tenía harta era yo. Nuestra convivencia comenzó a ser insoportable, cada vez discutíamos más y más por cualquier cosa, hasta que después de tres meses en esa situación descubrí que se trataba de otro hombre. Ella me engañaba con un amigo de su trabajo, un tipo sin escrúpulos, alguien que solo quería divertirse con ella, sin futuro, es decir, un mediocre más. Cuando le advertí que estaba cometiendo un error al irse con él, me pidió que no le reclamara nada, que con ese caballero se sentía plena, que él le daba una vida sexual que nunca había tenido. Debo admitir que sus palabras me hirieron, entonces ya no insistí más.

Le dije que me iría a trabajar y que cuando volviera a casa no quería volverla a ver ahí, que es una ingrata y que ni piense en volver a mí. Le prometí que acabaría por completo con todo el amor que sentía por ella.

Por la noche, al volver a casa noté que se había llevado hasta los perros. Ahora me he quedado realmente solo. Sé que puede pensar que es una tontería, pero al menos tenía esa compañía, ahora no me queda nada. Es una mala mujer. Doctora, ayúdeme ¿qué hago? No quisiera enfrascarme en una discusión absurda.

Ojo al consejo

Cristopher, no vale la pena seguir en contacto con Amaya, ella ya tomó una decisión y lo mejor será cerrar esa historia. Si luego se arrepiente o no, ya no es un tema que deba preocuparte. Enfócate en ti y si tanto disfrutas la presencia de mascotas, adopta. No continúes creando nexos con alguien que no sabe valorarte, la vida está llena de opciones. Ya llegará esa persona especial.