Hola, soy Magaly Moro y leo todos los días tu caso del corazón para darte un consejo. Siempre protejo la identidad de las personas que me escriben porque esta historia podría ser la de cualquiera.
El amor nos impulsa a ser mejores personas, pero también nos puede cegar y poner contra la espada y la pared. En este espacio recibirás un consejo, el consejo de una amiga anónima. Ojo, esto no es una terapia. En muchos casos sí es importante recurrir a una, ya sea solo o en pareja.
Hoy te cuento la historia de Erika, de 30 años, que vive en San Juan de Lurigancho.
Doctora Magaly, desde hace un año tengo una relación con Francisco, a quien conocí a través de una amiga. Su interés por mí fue inmediato, tanto así que después de vernos por primera vez me pidió mi número y no paramos de hablar.
A mí me fascinó lo detallista que es. En la primera cita que tuvimos, sin ser aún enamorados, me llevó flores y, en adelante, ya como pareja, siempre me dio presentes. Sin embargo, hace poco dejó de hacerlo, pensé que era desinterés, pero cuando hemos salido también me ha dicho que pague la cuenta y, ahora último, me pidió prestado.
Le pregunté qué pasaba, por qué no tenía dinero. Me dijo que era por una deuda que olvidó pagar y se trataba de un percance momentáneo. Como no sentí sus palabras sinceras, investigué qué sucedía. Resulta que es una deuda muy alta por compra de materiales para construir una casa.
Con esa información lo encaré y le pedí que me diga la verdad. Con frustración me explicó que a su anterior enamorada la ayudó a remodelar su casa. Estaba tan seguro de su relación que le dio autorización de comprar todo con su tarjeta de crédito. Sin embargo, nunca le pagó, y la deuda generó intereses, por lo que ahora es impagable.
Más que la deuda, a mí me duele que durante un año no haya tenido la confianza para contarme sobre ello. Quizás me oculta más cosas y, por eso, estuve pensando en terminar la relación. No sé si soy muy radical, ¿usted qué piensa?
CONSEJO. Querida Erika, la confianza es la base de una relación y tienes derecho a sentirte decepcionada ante tal descubrimiento. Tener una gran deuda puede ser un problema para ambos si más adelante, por ejemplo, quisieran comprar una casa juntos. Te aconsejo conversar con Francisco sobre las dudas que tienes y toma una decisión priorizando tu tranquilidad.